El temor a una victoria insuficiente
Las legislativas francesas son una revancha de la izquierda contra Macron, reelegido gracias a los votos prestados
(LREM, ahora rebautizado Reconquista). Durante estos años, el jefe de Estado, hiperactivo en política nacional e internacional, ha descuidado el trabajo de base para enraizar su partido, algo que lleva tiempo y esfuerzo. Las elecciones municipales del 2020 y las regionales del 2021 ya mostraron la debilidad estructural de LREM. Eso vuelve a hacerse evidente en las legislativas. Es una estructura macrocéfala, pero con poca infantería.
Las dificultades de Macron derivan asimismo de la escasa concreción programática. La inmensa
La mayoría de Macron peligra por la unidad de la izquierda y la poca implantación del partido presidencial
mayoría de los electores no sabe qué es lo que está votando si elige a un diputado macronista. Lo único que les ha llegado es la propuesta de elevar la edad de jubilación de 65 años, una iniciativa impopular. Mélenchon, en cambio, ha sabido poner el foco en varias propuestas muy claras, como retroceder la edad de jubilación a los 60 años, bloquear los precios de la energía y de los productos de primera necesidad y subir a 1.500 euros el salario mínimo.
Pese a todo, no es previsible que la Nupes gane y que Mélenchon pueda exigir ser primer ministro. El escenario más probable es una mayoría relativa para la coalición en torno a Macron, Ensemble (Juntos), o una mayoría absoluta ajustada. En ambos casos se espera que la Nupes, con una tropa parlamentaria muy numerosa y combativa, tenga un comportamiento obstruccionista y haga muy difícil a Macron llevar adelante cualquier iniciativa. Para un presidente habituado a disponer de una mayoría abrumadora, una victoria insuficiente alteraría por completo su forma de gobernar y lo obligaría a una negociación permanente de consensos, algo raro en el régimen presidencialista francés.c