La Vanguardia (1ª edición)

Las antenas de Andalucía

● Más de seis millones de electores están llamados a las urnas en Andalucía ● Difícil de sondear, la gran autonomía del sur siempre muestra corrientes de fondo ● El peso de la extrema derecha es hoy una de las cuestiones clave

- A A En ic Juliana

Más de seis millones de andaluces (6.641.856, para ser exactos) están llamados hoy a las urnas para elegir el Parlamento de la comunidad autónoma más poblada en España. Son cien mil electores más que en la convocator­ia anterior, el 2 de diciembre del 2018, cuando el mundo era otro: cuando un misterioso virus afincado en el cuerpo de murciélago­s orientales aún no había migrado al ser humano; cuando todavía no se habían roto los frenos de la guerra en las fronteras de Rusia y el precio del gas ni siquiera alcanzaba los 30 euros MWh en el mercado de referencia holandés. (119 euros el pasado viernes).

Son unas elecciones un tant extrañas. Todo el mundo cree saber quién ganará, pero nadie sabe cómo y con quién gobernará. Todas as encuestas, s n excepción dan como vencedor l Partido p l r p r n i abe si este partido po r go ernar sin el concurso de Vox, la rampante extrema r h - pañola. Nadie sabe cómo se di rigirán los destinos de la región más poblada de España.

“Dirigir los destinos” es una expresión tan retórica como antigua en estos momentos. Los destino e os an a uces, e os españoles y de todos los europeos están hoy en manos de una suma de factores muy difícil d desentraña­r. Poc s veces e hombre moderno había tenido tantas dificultad­es p quién dirige sus destinos, y ello devalúa la democracia parl - mentaria y aleja a los ciudadanos de las urnas. La participac­ión será un dato fundamenta­l hoy en Andalucía.

Los grandes asuntos de estos días –la guerra de Ucrania, la inflación, la subida de los tipos d interés, las tensiones so re a deuda pública de España y los demás países del s r E r pa el aumento constante del precio de los carburante­s, las posibles restriccio­nes de gas en Europa a partir de otoño, el sostenido encarecimi­ento de productos al - mentarios básicos, la tensión de España con Argelia después d un año de tensión con Marruecos...– no han sido tratados en la campaña electoral puesto que las auto om as carecen eco mpetenci s sobre la mayoría esas ma y argo, un motivo adiciona : os políticos locales, que n otros mo

ementos no han rehuido los asuntos generales, no quieren meterse ahora en camisas de once varas. Es muy significat­ivo el silencio sobre as dificultad­es q E p ñ teniendo en el Magreb, tan cercano a as costas andalu as.

Hasi gas, centra aen as anzas po t cas. La mayor di usión de ca

a g a gesti n e a san a p asunt de alta sensibilid­ad

nlpca, - cial, puesto que simboliza todas las mejoras asistencia­les que ha registrado Andalucía durante cuarenta años de autonomía. El Servicio Andaluz de Salud gestionó el año pasado un gasto de 11,6 millones de euros. Trabajan en Andalucía un total de 24.146 profesiona­les de la medicina 11.3 9 en atenc n osp ta aria), ci ra solo superada por CaPese

a ser un soc e a tendente a la estab idad política, l r f i n l l i og a electora sost enen qu o es fác de investigar. No es cil n

scLa gente coge menos el teléfono que en otros lugares de España y es más reacia a explicar sus opiniones políticas a un desconocid­o. Esa reserva ha sido especialme­nte intensa a lo largo de esta última campaña electoral. Profesiona­les del sector han explicado estas últimas semanas que m s e l amta e as personas incl idas en una

o sse a an nega oac ntestar el cuestionar­io polí co,

r en n r muy nusua . ansanc o e a política, rechaz a la política. r

osndUna fuerte derrota del PSOE pue debilitar a Sánchez y excitar el discurso del cambio de ciclo

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