En el 2022, el PP quisiera ganar mplía mayoría alejarse j de Vox
En el 2015, las elecciones andaluzas marcaron un primer límite al fuerte auge de Podemos y poder
consiguieron sumar 59. Cuatro meses antes, en las elecciones generales de noviembre del 2011, las elecciones que Mariano Rajoy consiguió ganar con mayoría absoluta ante la gravedad de la crisis económica, el Partido Popular rozó los dos millones de votos en Andalucía. Un resultado espectacular. Arenas, hombre muy influyente en el PP, se perfilaba como el nuevo presidente de la Junta, pero casi medio millón de votos desertaron en cuatro meses. ¿Motivo? Presionado por el Directorio Europeo, Rajoy se vio obligado a presentar su reforma laboral antes del voto andaluz.
Carcomido por el caso de los ERE, el PSOE aprovechó para sustituir a José Antonio Griñán por Susana Díaz en la presidencia de la Junta y se aseguró la victoria en las elecciones autonómicas de marzo del 2015 frente a un Partido Popular ya muy desgastado por la gestión de la crisis económica. El eros ona o PP pasó de 50 a 33 diputados. En aquellas elecciodemos irrumpió con 15 puta os. Fue un esultado importante, pero no tan espectaq sa nueva formación política conseguiría en las grandes ciudades españolas unos meses más tarde, cuando se celebraron las municipales. De alguna manera, Andalucía marcó un límite al fenómeno Podemos en su momento álgido. Podemos e Izquierda Unida, que iban por separado, sumaron 20 diputados en aquellos comicios. Es muy difícil que esta noche el Frente Popular de Judea (Por Andalucía) y el Frente Judaico Popular (Adelante Andalucía) logren sumar ese n mero e escaños. Ha cambiado el signo del tiempo.
2019, la sorpresa se llamó Vox. Obtuvieron diez diputados y le amargaron el adelanto electoral a Susana Díaz. Por primera vez desde 1982, tres candidaturas de derechas sumaban más votos y escaños que las dos izquierdas. Juan Manuel Moreno Bonilla fue elegido nuevo presidente de la Junta con el apoyo de Vox, que no se integró en su gobierno. Hoy, la extrema derecha reclama formar parte del ejecutivo andaluz si su voto vuelve a ser necesario para la segunda investidura de Moreno Bonilla, fortalecido por un mandato en que el PP ha sabido robar espacios al PSOE en tanto que nuevo Partido Institucional Andaluz.
La proporción PP-Vox es uno de los misterios de la jornada de hoy. Alberto Núñez Feijóo reza al apóstol Santiago para que Vox pese poco en esa proporción. El PSOE se juega algo más. Un resultado desastroso en An
a uc a re orzar a a quienes ven a Pedro Sán hez noqueayp q e ya se ha iniciado un inexorable cambio de ciclo político en España.
Elecciones prospectivas en un momento inquietante.c