Antimisiles españoles, rumbo a Letonia
El Concepto Estratégico de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es el documento que, cada diez años, evalúa el entorno geopolítico del momento y marca el rumbo que debe seguir la Alianza Atlántica durante la próxima década. El próximo, que llevará el apellido de Madrid por la cumbre que se celebra a finales de mes en la capital, describirá cómo hay que dar respuesta a los retos y las amenazas en materia de seguridad y defensa en un momento marcado por la guerra de Ucrania. Sin embargo, desde la Moncloa se están quemando todos los cartuchos en estas últimas semanas previas a la cita mundial para convencer a los aliados de que se incluya en la estrategia de seguridad el “flanco sur”. Que la OTAN, además de mirar al este de Europa, también se fije en el sur para hacer frente a sus amenazas, entre las que se encuentra el uso de la migración como arma política o el terrorismo yihadista.
Fuentes gubernamentales aseguran que la cumbre de Madrid será exitosa si se dan tres circunstancias: que los días 29 y 30 de junio se proyecte “una imagen de unidad y cohesión” de la Alianza Atlántica con la Unión Europea para seguir dando respuesta a
La ministra de Defensa, ■
Margarita Robles, ha confirmado que la batería antimisiles destinada a Letonia en el marco de la labor de disuasión ante la invasión rusa de Ucrania “está de camino ya” y llegará al país “en los próximos días”. La titular de Defensa anunció a finales de mayo que España aumentará su despliegue en Letonia frente a la frontera de Rusia con el envío adicional de una batería antimisiles acompañada por un centenar de militares, lo que eleva hasta las 600 personas el efectivo español en la misión
Rusia, que el concepto estratégico que rubriquen los aliados sea “sólido” y que en este se incluya “una referencia específica al sur” para referirse al Sahel y el norte de África, zonas en las que el terrorismo yihadista y las mafias migratorias están en auge. Eso sí, de disuasión de la OTAN. España inició su despliegue en el país báltico en el año 2017 con unos 350 militares dedicados a la disuasión de la amenaza rusa. Este contingente se aumentó hasta los 500 militares el pasado mes de marzo tras la invasión de Ucrania, dentro de los planes de la Alianza Atlántica de reforzar su flanco este. Esta operación de la Alianza se diseñó con el objetivo de mantener una presencia permanente en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia como medida de disuasión y defensa.