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La célula que se instaló en Barcelona para llevar a curar a combatientes yihadistas en clínicas privadas gestionó la milicia de Al Qaeda en Libia desde la capital catalana. Según la investigación seguida por la Policía Nacional bajo el control de la Audiencia Nacional, Othman A., uno de los líderes de la milicia Al Salaa, residió una temporada en Barcelona, desde donde siguió dando instrucciones a sus combatientes.
Según las pesquisas policiales, este libio habría viajado a España para ser tratado en una clínica médica y permaneció en el país hasta finalizar su tratamiento. La célula que fue desarticulada el pasado mes de febrero en la denominada operación Kital se dedicaba a traer a Barcelona y Madrid yihadistas heridos en combate para ingresarlos en clínicas privadas para ser tratados. Además, facilitaban –según los investigadores– una red de sociedades para blanquear el dinero proveniente del contrabando de petróleo libio.
Este líder de una milicia libia fue tratado en Barcelona a la vez que un mando intermedio de otra milicia, Mohamed A. B., en este caso dirigida por Mohamed S.B, alias El Far, familiar de este último. Según la investigación ambos se encuentran en la actualidad en paradero desconocido. Ambos mantuvieron contactos mientras estaban en España aunque una vez curados se marcharon de nuevo.
En una conversación mantenida por este último con un enlace en Libia, le pregunta por novedades en los combates. “¿Qué tal por el frente?; ¿No avanzaron desde ayer por la noche?”, le pregunta. Su enlace le cuenta que no tienen avances y que siguen en sus posiciones. Además le da detalles de la muerte de veinte combatientes muertos. “Ellos atacaron con vehículos de combate blindados y la de dios, se enfrentaron a ellos. Son mercenarios”, recoge la conversación, tal y como ha podido saber La Vanguardia de fuentes de la investigación.
Estos investigados formaron parte de dos milicias distintas de Libia y conectadas entre sí y que, entre otras cosas, se financia con el tráfico de petróleo y de sustancias estupefacientes. Su actividad era reportada a Al Qaeda en Libia.
Existe un informe del grupo de expertos sobre Libia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en el que se recoge la existencia de una orden de
Los investigadores han
● detectado el trato de varios miembros de la célula con otros yihadistas afincados o de paso por Barcelona. Algunos de los miembros, así como los combatientes trasladados a la capital catalana a curarse, tienen vínculos con Abdula Muftah Ali el Sharif, terrorista islámico que pasó por Barcelona y que se inmoló como mártir yihadista en Irak, en el año 2014. Otro de los heridos estaba relacionado con un yihadista muerto en combate. Además,
a una detenida en la operación Kital se la relaciona con un investigado por terrorismo por parte de la Audiencia Nacional. Según los investigadores, juntos habrían participado en el establecimiento de una mezquita. La detenida era la encargada de gestionar el traslado de los combatientes a España y su ingreso en clínicas médicas privadas. Ella era la persona que se ocupaba del pago de los tratamientos y de los servicios médicos que se les prestaban.