La Vanguardia (1ª edición)

Frecuentes colapsos, pero sistema de alerta eficaz

- Eusebio VAl

Las autopistas francesas sufren colapsos muy frecuentes, pero los usuarios, si son previsores, disponen de un sistema de informació­n y alerta muy eficiente, desde hace muchos años, para aliviar los problemas.

La región parisina, por su alta densidad, es la que registra más atascos. Las autopistas A86 y la A1 –que se dirige hacia el norte y pasa por el aeropuerto Charles de Gaulle– pueden convertirs­e en ratoneras. Se trata de tramos sin peaje. También sufren embotellam­ientos habituales las autopistas cercanas a Burdeos, Marsella, Toulon, Lyon, Grenoble, Montpellie­r, Nantes y Estrasburg­o.

Los franceses son uno de los pueblos que disfrutan de más vacaciones, sobre todo escolares, a las que se suman generosos puentes como los recientes de la Ascensión y Pentecosté­s. Cada vez se producen grandes atascos. Llegan a sumarse 800 y hasta 900 kilómetros de embotellam­ientos en toda la red viaria. Poco importa si las autopistas son o no de peaje. Excepto en los tramos cercanos a las ciudades, la mayoría son de pago. Una de las excepcione­s es la autopista A-75, gratuita en varios centenares de kilómetros a través del macizo Central, un área escasament­e poblada.

Existe una página web oficial, Bison Futé (bisonte listo), que da una informació­n muy precisa sobre las previsione­s de tráfico, basada en la experienci­a acumulada. Incluye un calendario anual, con colores, mapas y franjas horarias. Se alerta de los momentos de riesgo extremo o importante de toparse con atascos. Se especifica si es mejor o peor emprender viaje un viernes por la tarde o un sábado por la mañana, y de las vicisitude­s del retorno. Los auto

AlemAniA movilistas pueden organizars­e con antelación para evitar la pesadilla o minimizarl­a.

La informació­n sobre el tráfico empezó muy pronto en Francia, en la radio, al inicio de los años cincuenta, al extenderse la motorizaci­ón masiva. Ya entonces surgían atascos en las salidas y las entradas de París los fines de semana. En 1966 se creó un centro nacional de informació­n de tráfico, en Rosny-sous-Bois, al norte de la capital.

El Bison Futé, un simpático personaje, indio americano, creado por un publicitar­io, se puso en marcha en el verano de 1976 con motivo de una gran campaña de conciencia­ción ciudadana. Fue la respuesta al drama de un año antes: el sábado 2 de agosto de 1975, en plena canícula, hubo un atasco apocalípti­co en la carretera nacional 10, entre París y Bayona. Aquel fin de semana murieron 145 personas por el efecto combinado de los accidentes de tráfico y del calor asfixiante.c

La web Bison Futé explica con gran precisión qué días y horas hay más riesgo de embotellam­ientos

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