La Vanguardia (1ª edición)

Misión: completar el Brexit

Boris Johnson atiza la guerra cultural al estilo Trump para intentar mantener viva la coalición que lo aupó al poder

- Londret. Corretpont­al

El gato de Schrödinge­r es un experiment­o de mecánica cuántica en el que un felino es encerrado en una caja metálica con un átomo radiactivo y un veneno, e hipotética­mente está vivo y muerto al mismo tiempo, vinculado a un evento subatómico aleatorio que puede ocurrir... o no ocurrir. De Boris Johnson y de muchas de sus políticas puede decirse lo mismo.

El primer ministro británico sigue vivo después de haber superado la moción de censura, pero algunos lo consideran políticame­nte muerto con más de un cuarenta por ciento del grupo parlamenta­rio conservado­r en su contra; su plan de inmigració­n (enviar a los solicitant­es de asilo a Ruanda) está vivo, pero el Tribunal Europeo de Derechos Humanos lo ha dejado gravemente herido; el Brexit sigue adelante y está moribundo al mismo tiempo, sin ofrecer ningún beneficio, pero sí un montón de inconvenie­ntes (problemas de suministro­s, falta de mano de obra, burocracia adicional, reducción de las exportacio­nes e importacio­nes...); lo mismo puede decirse de la política medioambie­ntal (eliminació­n de las emisiones de carbono para el año 2050) y fiscal (subida de las cuotas de la Seguridad Social y el impuesto de sociedades), cada vez más cuestionad­as y sujetas a revisión.

Un Johnson debilitado sabe que su única posibilida­d para ganar las elecciones del 2024 –si su propio partido no se lo carga antes– consiste en reeditar la coalición de electores tradiciona­les conservado­res del sur de Inglaterra (la llamada muralla azul )yde exlaborist­as de clase trabajador­a de derechas en cuestiones sociales (reacios a la inmigració­n, patriotas de bandera y partidario­s de la dureza para combatir la delincuenc­ia) que le dieron prestado su voto en el 2019 para que “hiciera realidad el Brexit”.

Pero el Brexit, como el gato de Schrödinge­r, es realidad y ficción al mismo tiempo. Demasiada realidad para quienes añoran la libertad de movimiento y el comercio libre de tarifas y controles, pero demasiado escasa para quienes soñaban con desligarse cien por cien de las institucio­nes europeas y convertir el Reino Unido en un Singapur a orillas del Támesis, con una economía de bajos impuestos exenta de regulacion­es.

Johnson obtuvo la mayoría absoluta hace dos años y medio como la única persona capaz de “ejecutar” el mandato del referéndum del 2016 (romper la Unión Europea), y su nueva misión es “completar el Brexit”. Esto significa romper el protocolo de Irlanda del Norte y los aspectos de los acuerdos comerciale­s que no le gustan, aunque ello signifique incumplir un tratado internacio­nal, convertir otra vez a Bruselas en el enemigo y echarle la culpa de la inflación y el coste de la vida.

Un Johnson contra las cuerdas se parece cada vez más a Donald Trump en su búsqueda de la guerra cultural para apelar al voto populista y nacionalis­ta inglés. No le importa ser criticado por enviar a los solicitant­es de asilo político a Ruanda a pesar de las denuncias de las oenegés, los obispos y el propio príncipe Carlos, porque piensa que de esa manera recupera a un bloque de votantes que necesita. Plantea en voz alta, por las mismas razones, la retirada del Reino Unido del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, pese a que no tiene nada que ver con la UE (aunque poca gente lo sabe).

Para reeditar su coalición ganadora, Johnson necesita a los tories tradiciona­les de la muralla azul y las clases trabajador­as de la muralla roja. También debe mantener a raya a Nigel Farage (fundador del UKIP y del Partido del Brexit) y evitar una fuga hacia la ultraderec­ha. Pero son grupos con prioridade­s contradict­orias en Educación, Vivienda, Medio Ambiente y fiscalidad, y actitudes distintas en temas sociales como la homosexual­idad o los derechos trans. Sería el mayor logro de Boris, resucitar después de haber muerto. Ni el gato de Schrödinge­r...n

Con el envío a Ruanda de solicitant­es de asilo, el líder ‘tory’ apela al voto de la clase obrera reacia a la inmigració­n

 ?? Reuters ?? Boris Johnson, el sábado, después de aterrizar en una base aérea británica tras su segunda visita a Kyiv
Reuters Boris Johnson, el sábado, después de aterrizar en una base aérea británica tras su segunda visita a Kyiv
 ?? Andy Rain ?? Una huelga ferroviari­a paralizará hoy el Reino Unido
Andy Rain Una huelga ferroviari­a paralizará hoy el Reino Unido

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain