La Vanguardia (1ª edición)

El PP se impone en las 20 mayores ciudades

La fagocitaci­ón de Ciudadanos por parte de los populares provoca una revolución en el voto urbano

- SE'+LLA. Ramon Suñé M)LA3A. 3RA/A*A. -A./. (0R*12A.

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El voto urbano en Andalucía también es, sin discusión, del Partido Popular. La formación que lidera Juanma Moreno consiguió ayer imponerse en todas y cada una de las 20 principale­s ciudades de esta comunidad, incluida la capital, Sevilla, y otros municipios que hasta ahora se mantenían como feudos históricos de la izquierda.

El PP es la primera fuerza política en las ocho circunscri­pciones provincial­es, sin excepción. Hasta la de Sevilla, a la que desde las primeras autonómica­s los socialista­s pusieron la marca del puño y la rosa, cayó del lado de la formación conservado­ra.

El triunfo de los populares en las áreas urbanas, que tanto se parece al obtenido en las zonas rurales, se explica sobre todo por la absorción total del voto de Ciudadanos y el freno puesto al crecimient­o de Vox. Hace cuatro años, en las anteriores elecciones autonómica­s, el Partido Popular ya se encaramó a la primera posición en ocho de las 20 ciudades más pobladas, cinco se decantaron por el PSOE, otras cinco lo hicieron por Ciudadanos y las dos restantes, Cádiz y El Ejido, se las apuntaron Adelante Andalucía y Vox, respectiva­mente. En las municipale­s del 2019 el PP amplió su ventaja y comenzó a perfilar la total hegemonía que ayer acabó de dibujar: en 11 de esas ciudades vencieron los populares, en ocho el PSOE y Adelante volvió a triunfar en Cádiz.

Los números del PP se explican

Prov nc a fácilmente. La suma de su porcentaje de votos con el de Ciudadanos en las autonómica­s del 2018 da como resultado prácticame­nte el mismo que el de los populares en solitario en los comicios de ayer. Y así en cada provincia, en cada ciudad y casi en cada pueblo. Un análisis más detallado de los resultados en los 785 municipios demostrará que en muchos de ellos apenas hay diferencia­s respecto a la media de Andalucía, que lo sucedido en la ciudad gaditana de Tarifa, que tiene fama de repetir históricam­ente los resultados del conjunto de la comunidad, se da en otros muchos puntos del mapa electoral andaluz. El 19-J el voto en la comunidad autónoma con más población de España se uniformizó.

A los socialista­s ni siquiera el hecho de no sufrir un descalabro y de mantener la confianza de la mayor parte de su electorado les privó de verse derrotados en Sevilla. Los primeros resultados del escrutinio en la capital

Andalucía se vuelve más uniforme: ni los antiguos feudos de la izquierda resisten el empuje del ganador

de Andalucía situaban a los socialista­s a la par con los populares. Fue un espejismo que se desvaneció antes de que la notificaci­ón oficial del recuento llegara a su ecuador. También aquí el Partido Popular logró sacarle más de 15 puntos de ventaja a su gran rival, aun así una distancia corta si se compara con lo sucedido en casi todas las grandes ciudades, que registraro­n diferencia­s superiores a los 20 puntos.

La anunciada debacle de Ciudadanos en Andalucía pasará a la historia de la democracia española como el mejor ejemplo de cómo una formación que aspiraba a ser alternativ­a de gobierno, decisiva para la formación de mayorías o llamada a desempeñar un papel de bisagra puede quedar reducida a cenizas en apenas un ciclo electoral. El partido naranja no alcanza el listón del 4% en ninguna de las ocho circunscri­pciones.

Quizás porque todos los vientos soplaban a favor del PP –o porque su candidata no ha acabado de conectar con los sectores más escorados a la derecha del electorado andaluz–, Vox pierde protagonis­mo. A pesar de un ligero crecimient­o en votos, en porcentaje y en diputados, la formación ultraderec­hista se ha visto abrumada por ese ciclón popular que engullía a su paso los antiguos votos de Ciudadanos. La formación liderada por Macarena Olona ni siquiera pudo repetir el éxito de hace cuatro años en la localidad almeriense de El Ejido, donde su discurso xenófobo triunfó en las autonómica­s del 2018 hasta el punto de encumbrarl­o como la primera fuerza política. Veinte puntos le sacó el PP en una ciudad en la que más del 75% de los votos fue a parar a partidos de la derecha.c

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