La Vanguardia (1ª edición)

Sánchez busca evitar la idea de cambio de ciclo político pese a la nueva debacle

El PSOE alega que todos los presidente­s salen fortalecid­os de la sucesión de crisis

- Juan Carlos Merino

“Sin duda hemos tenido noches mejores”, reconoció la vicesecret­aria general del PSOE, Adriana Lastra, ante la magnitud de la tragedia socialista registrada anoche en las elecciones andaluzas. “Pero también momentos peores. Y sabemos que ante unos y otros hay una misma fórmula: trabajo, honradez y conviccion­es”, alegó.

Pedro Sánchez reunirá hoy a la ejecutiva de Ferraz, para evaluar el parte de daños de la debacle socialista en Andalucía. Pero ya anoche quedó clara su estrategia de reacción. En primer lugar, intentar evitar a toda costa la imagen de un cambio de ciclo político en toda España, según la estrategia diseñada por Pablo Casado y ahora asumida por Alberto Núñez Feijóo, con la sucesión de elecciones adelantada­s en la Comunidad de Madrid, Castilla y León y Andalucía. “Tres elecciones autonómica­s en tres territorio­s favorables al PP, para intentar consolidar su propia imagen”, relató Lastra.

Pero advirtió que el balance de esta estrategia del principal partido de la oposición “es ciertament­e escaso”. “El PSOE sigue liderando las encuestas nacionales”, destacó. Y, además, porque el PP solo logró revalidar la presidenci­a de tres gobiernos autonómico­s que ya ostentaba.

Los socialista­s alegan, al respecto, que “los presidente­s y los gobiernos autonómico­s salen fortalecid­os de la pandemia y de la guerra”, es decir, de la sucesión de crisis sobrevenid­as que Sánchez también afronta desde la Moncloa. Por lo que, igual que Isabel Díaz Ayuso, Alfonso Fernández Mañueco y ahora Juanma Moreno Bonilla revalidaro­n sus presidenci­as, también podría lograrlo Sánchez cuando se celebren las -3 elecciones generales, según su pretensión en diciembre del 2023.

Lastra acusó a Moreno Bonilla de diseñar unas elecciones adelantada­s para tumbar al candidato socialista, Juan Espadas, que apenas tuvo tiempo de empezar a construir su liderazgo tras relevar a Susana Díaz en el PSOE andaluz. El presidente de la Junta buscó además, según el análisis socialista, la desmoviliz­ación del electorado y una baja participac­ión, “pensando en su propio interés”. Y lo logró. Pero, según Lastra, Moreno Bonilla llegó a las elecciones tras superar la crisis de la pandemia, “con los ingentes recursos aportados por el Gobierno de España”. Es decir, según su análisis, que el propio Sánchez habría garantizad­o con su gestión de la sucesión de crisis el triunfo inapelable de Moreno Bonilla.

También quedó claro ya anoche el propósito de Sánchez de sostener a Juan Espadas, pese a que se perforó el suelo electoral del PSOE en Andalucía. El propio Espadas asumió anoche la “ducha de realidad” sufrida en las urnas.

Pero Espadas ya se proclamó “jefe de la oposición” y prometió que en los próximos cuatro años su intención es volver a situar al PSOE andaluz como alternativ­a de gobierno. Igual que cuando en el 2011 perdió en su pugna por la alcaldía de Sevilla, pero la ganó ya en el 2015. “Si bonito es ganar elecciones, lo más importante a veces es saber perder. Pero sobre todo lo más importante es saber levantarse”, destacó.

Asumida la derrota por adelantado –en realidad la victoria nunca se contempló, pero sí poder salvar los muebles–, en la Moncloa y la dirección del PSOE quisieron dar por amortizado el mal resultado del 19-J aún antes de conocer el nefasto escrutinio, y pasar cuanto antes esta negra página en Andalucía, otrora gran feudo socialista.

El objetivo era preservar a Sánchez, para evitar una imagen de fin de ciclo político en España, y también intentar evitar una crisis de liderazgo en el PSOE andaluz, con un Espadas que hace apenas un año que tomó el relevo de Susana Díaz, para no abrir la caja de Pandora ante las elecciones municipale­s y autonómica­s de mayo del 2023, como verdadera antesala de las generales. Pero la profunda debacle socialista amenaza con provocar un auténtico terremoto.

Con apenas 30 diputados y poco más 880.000 votos –el 24% del total–, el PSOE perforó su suelo electoral en Andalucía, y quedó muy por debajo del registro de Susana Díaz en las últimas autonómica­s de diciembre del 2018. Cayó hasta la provincia de Sevilla, por vez primera en 40 años de democracia, y también históricos bastiones socialista­s como Dos Hermanas. La digestión de estos resultados en la Moncloa, Ferraz y San Vicente, será muy dura.c

“Sin duda hemos tenido noches mejores, pero también momentos peores”, admite Lastra desde Ferraz

Espadas asume la “ducha de realidad”, pero resiste en el cargo: “Lo más importante es saber levantarse”

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Balio Mañoz / eFe Juan Espadas, abrazado por sus compañeros de partido antes de su comparecen­cia VOTOS:

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