Ocho cámaras controlarán los principales accesos en coche al Raval
El gobierno de Colau trata de hacer cumplir las restricciones del nuevo plan de movilidad del barrio
El gobierno de la alcaldesa Ada Colau mandará instalar ocho cámaras en los principales accesos en coche y moto al barcelonés barrio del Raval. El objetivo de la medida es garantizar el cumplimiento de las restricciones al paso de vehículos privados previstas en el nuevo plan de movilidad del Ayuntamiento para este lado de Ciutat Vella. La verdad es que, tal y como señalan vecinos y comerciantes, el nuevo plan apenas se está dejando notar. Al menos hasta ahora, al menos en este aspecto.
El coste de las cámaras supera los 362.000 euros. Los trabajos de instalación comenzarán en breve. El proyecto, ya aprobado de manera inicial, está en los últimos días de su exposición pública. Dos de estos dispositivos se instalarán en la calle Pelai, uno con la calle Gravina y otro con la Rambla. Otros dos aparatos se encontrarán en la ronda de Sant Antoni, a las alturas de las calles Riera Alta y Tigre. También se contarán dos en el Portal de Santa Madrona, uno junto a la avenida Drassanes y otro a la altura de la calle Montserrat. El resto quedarán en otros accesos principales del barrio, entre la calle Cera y la ronda Sant Pau y entre la calle Nou de la Rambla y la avenida Paral·lel.
Ya a principios de este año el Consistorio prohibió entrar al barrio en coche y en moto entre las siete y las nueve de la mañana, y también entre las dos de la tarde y las nueve de la noche. El problema fue que el cumplimiento de la medida resultó muy caprichoso, extremo que desató un malestar en el Raval, tanto entre partidarios como entre los detractores de estas limitaciones al tráfico privado. Unos y otros entienden que la falta de determinación municipal complicó aún más la circulación.
En realidad, muchos conductores ni siquiera saben lo que están haciendo. Estos meses, los agentes de la Guardia Urbana no tuvieron la instrucción de no dejar pasar ni una. Se muestran pedagógicos. En este sentido, el ejecutivo municipal prefiere que las restricciones se asienten poco a poco, sin desatar crispaciones. Y las señales informativas al respecto dispuestas por el Ayuntamiento no son claras. Las nuevas cámaras están llamadas a marcar un punto de inflexión. Los objetivos de estos ocho aparatos permitirán identificar y sancionar a los infractores.
La medida que sí que se está dejando notar es la de los cambios de sentido destinados a que los conductores que simplemente pretenden cruzar el barrio para dejarlo atrás tomen otro camino. Algunos de los nuevos itinerarios son tan embrollados que desaniman a cualquiera. El inconveniente es que aquellos que se dirigen
Los nuevos dispositivos permitirán identificar y multar a los conductores infractores