Eterna ‘Florada’
Pau Riba aprovechó muy bien sus últimas jornadas de estancia en este planeta. Pocos días antes de pasar al otro lado del espejo, dejó grabadas las voces de Segona florada, disco firmado con la Orchestra Fireluche, poblada y benditamente singular formación que ya lo había acompañado en el Ataràxia del 2019. El fallecimiento de Pau frustró la presentación del álbum prevista en abril. Hasta que el sábado, y en el municipio ampurdanés de La Pera, el público pudo degustar, entre más material, estos poemas y canciones en el festival Ítaca.
Con Jordi Subirà integrado en la formación como voz principal, la Fireluche afrontó el reto contando con una larga nómina de invitados. Poetas y rapsodas, cantantes, músicos: familia, amigos y tribu. Todos ellos hilvanaron una sesión que empezó con la lectura de un par de haikús
Entre los invitados, Roger Mas, Sanjosex, De Mortimers, Enric Casasses, Oriol Sauleda o Núria Martínez Vernis
en memoria de Pau y acabó con todos los cómplices en escena botando al son del tema de la Fireluche Lizard. En el ínterin, muchas emociones y, no menos importante, estupendas muestras de la hermosa herencia que nos ha legado Riba.
Tras números como el inicial Ha explotat el big bang a dintre teu o Pugeu a bes (con palabras de David Sarsanedas), se sumaron al escenario la esposa de Pau, Memi March, como rapsoda, y el hijo de ambos, Llull, a la guitarra, impactando de veras con Sa meu mare. A renglón seguido, Lluís Costa en la guitarra y Roger Mas cantando nos regalaron pura belleza mediante D’Aina, la última canción escrita por Riba. El Acorar con texto de Toni Gomila y con la voz enlatada de Pau en su tramo final daría paso al desatado dúo recitador formado por los poetas Núria Martínez Vernis y Oriol Sauleda en La deu còsmica. Algo más adelante, la orquestra imprimiría otro gran momento con la noventera Flor tancada que Riba quiso revisitar en clave de habanera en Segona florada. Sanjosex se unió a la fiesta con rotunda e inspirada voz al servicio de la tradicional Minyona de
Reus, antes de la Ataràxia que dio fin al primer tramo de la noche.
El poeta Enric Casasses inició los bises a solas diciendo el poema de Pau Riba Cançó sense títol (y haciendo dos simpáticos apuntes flautistas), para después afrontar Erro acompañado de dos guitarras y percusión. Llegados a este punto, la Fireluche se unió a los otros grupos con los que el cantautor solía trabajar en los últimos tiempos (De Mortimers, PLAN, Mu), en la interpretación conjunta de Memimú, que Pau dedicó a su compañera. Y ya en órbita, llegó la preciosa Nina de miraguano, con letra de Sarsanedas, tema que marca el inicio de la colaboración entre Riba y la orquesta en el 2013 y que culmina con el glorioso “...i estigues contenta!”. Que es de lo que se trata.c