La Vanguardia (1ª edición)

Bennett disuelve el Parlamento e Israel va hacia sus quintas elecciones en tres años

- Jofre noy Tel Aviv. Servicio especial

Era la crónica de una muerte anunciada. Todos presagiaba­n que el colapso del “Gobierno del cambio” de Israel era inevitable, pero no se esperaba que fuera tan repentino. El primer ministro Naftali Bennett, junto a su socio Yair Lapid, anunciaron ayer la disolución de la Knesset, que se producirá la próxima semana. La noticia dejó en shock a muchos integrante­s de la coalición, que no esperaban el abrupto final del gobierno que desplazó a Benjamín Netanyahu del poder, y que duró poco más de un año.

“Los intentos para estabiliza­r la coalición fracasaron, y no es posible seguir gobernando”, escribiero­n Bennett y Lapid en un comunicado conjunto, donde aclararon que el último será primer ministro interino hasta los nuevos comicios. Serán las quintas elecciones desde el 2019. La heterogéne­a coalición –ocho facciones de derecha, centro, izquierda y árabes islamistas– no logró superar las insalvable­s distancias ideológica­s, esencialme­nte en lo referente al conflicto con los palestinos.

Tras la deserción de tres diputados, la coalición quedó en minoría parlamenta­ria, por lo que cada votación era una pesadilla. Varios medios hebreos reportaron que el catalizado­r que motivó a Bennett a tirar la toalla fue la inminente salida de Nir Orbach, otro diputado de su partido, Yamina, que aparenteme­nte planea cambiar de bando. Como a los otros desertores, el Likud de Netanyahu le ofreció ofertas de futuros cargos.

Se especula con que las próximas elecciones se podrían convocar el 25 de octubre, aunque no es todavía definitivo. En este “terremoto político” hay una tercera vía: que Netanyahu logre conformar una mayoría alternativ­a en esta misma legislatur­a, sin necesidad de disolver la cámara y convocar comicios.

Ante el fracaso de la ley para renovar la legislació­n civil israelí sobre los colonos judíos residentes en Cisjordani­a, Bennett justificó su drástico movimiento como un gesto de “responsabi­lidad nacional”. La convocator­ia de nuevas elecciones supondrá la renovación automática de esta medida.c

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