Casero declara como investigado ante el Supremo
El diputado del PP Alberto Casero reconoció ayer que se pudieron cometer errores administrativos en la adjudicación de algunos contratos cuando él era alcalde de Trujillo (Cáceres). Casero, conocido por ser el diputado que erró en su voto en la aprobación de la reforma laboral propiciando su aprobación, declaró en calidad de investigado ante el Tribunal después de que un juzgado de la localidad cacereña remitiera el caso al Supremo dado que se trata de un miembro del Congreso de los Diputados y, en consecuencia, disfruta del beneficio del aforamiento. Según explican fuentes presentes en el interrogatorio, Casero negó cualquier irregularidad y pidió que no se confunda un delito con posibles errores de tramitación. Casero aseguró que “todo está explicado”. El Supremo inició esta investigación tras recibir una exposición razonada del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Trujillo (Cáceres) por un presunto delito de prevaricación. A este delito, la Fiscalía ha añadido indicios también de malversación. El juzgado de Trujillo abrió diligencias previas en virtud de una denuncia relativa a determinados contratos, acuerdos o convenios concertados por Alberto Casero, en su condición de alcalde de Trujillo entre 2017 y 2018. En concreto, el juez investiga si adjudicó hasta cinco contratos a dedo, sin mediar expedientes y saltándose la ley de contratos públicos. Estas operaciones, además, acabaron con impagos. / sociedad valenciana a la que no se puede fallar, “un proyecto que ha conseguido levantar la hipoteca reputacional de la Comunitat”. Las palabras de Puig adquieren especial relevancia toda vez que Compromís celebra hoy una reunión de su ejecutiva que, como han explicado fuentes de la formación, ya estaba prevista “antes de la imputación”. En este contexto, Puig incidió que “cada uno tiene que hacer su propia reflexión y después compartirla con todos”. Habrá que ver si en esa reunión se hace como pedía el alcalde de València, Joan Ribó, una reflexión sobre la líder de la coalición o si se mantiene el cierre de filas que se alimentó el sábado con un acto que se convirtió en un homenaje a la vicepresidenta. Un encuentro que no gustó a Puig: “Yo no estoy para fiestas”, zanjó. /