La política de los Juegos
La separación entre política y deporte es muy difícil. La línea que lo divide es muy difusa, pero cuando la política entra de lleno en el deporte, habitualmente no va a bien. Y cuando lo arrasa, menos. El Gobierno y el Comité Olímpico Español han decidido desistir de la candidatura para los Juegos de invierno del 2030, ante la intransigencia del presidente de la Comunidad de Aragón, Javier Lambán.
El comité técnico formado por representantes de todos los implicados aprobó un programa de reparto de disciplinas con el beneplácito de Aragón, pero no de Lambán, que se lo cargó cuando se lo presentaron y está utilizando el enfrentamiento con Catalunya por los Juegos para sumar votos en sus próximas elecciones. Pero un sector amplio del territorio aragonés estaría a favor de llevar a cabo la cita olímpica. Cuando las personas están por encima del interés de los ciudadanos algo falla. Y la candidatura se ha caído.
Catalunya ha estado impecable y Alejandro Blanco, presidente del COE, también. El reparto aprobado llevaba el esquí alpino a Catalunya y el nórdico, el biatlón y el patinaje a Aragón. Barcelona se quedaba solo con el hockey hielo, en principio poco para la potencia de la marca. En el primer reparto había 12 pruebas más en Aragón que en Catalunya y un seguimiento de audiencia seguramente superior a
La intransigencia de Lambán aboca a Catalunya a buscar los JJ.OO. en solitario
las disciplinas del Pirineo aragonés y a Zaragoza. Pero no se ha llegado ni a discutir el nombre de la candidatura. La división del alpino por género entre Aragón y Catalunya no tenía sentido. El Govern renunció en la última reunión a alguna prueba para que se llevara a cabo en Aragón, pero Lambán ha preferido enfrentar territorios que llegar a acuerdos. Mala estrategia. Las estaciones aragonesas estaban encantadas con los Juegos. En muchas otras oportunidades el Pirineo aragonés había solicitado los Juegos de invierno, pero no había conseguido el objetivo. En esta estaba muy cerca, pero el partidismo político y el mal entendido anticatalanismo lo ha roto. Ahora habrá que reconducir los JJ.OO. con una propuesta para el 2034 con Catalunya, lamentando que una actitud personal impidiera la vocación de unirse de dos territorios dispuestos a convivir sin problemas con un proyecto común.
Lambán, del PSOE, no ha podido ser convencido por su propio partido para llegar a un consenso que beneficiaría a Catalunya, a Aragón y a España. Valdría la pena insistir en los Juegos de invierno, porque la candidatura de verano de Madrid-Barcelona, que se había postulado en algún momento, no parece contar con el pláceme mayoritario actualmente. Las buenas ideas deberían superar los personalismos y los Pirineos merecen tener unos Juegos Olímpicos de altura.