El 81% de los edificios de viviendas de Barcelona malgasta energía
El 85% de las rehabilitaciones de elementos exteriores podrían recibir subvención europea
Un parque residencial tan viejo como el de Barcelona tiene un margen de mejora enorme en muchos aspectos, entre ellos uno que es clave en tiempos de emergencia climática: la eficiencia energética. Un estudio del Observatori Metropolità de l’Habitatge (OHB), presentado ayer, estima que el 81% de los inmuebles obtendría una calificación E o inferior en este apartado. Un resultado nefasto que muestra el elevadísimo nivel de emisiones de CO2 imputables a las casas y también la abultada factura que los que viven en ellas deben pagar. El mismo informe, que ha analizado con un simulador 53.368 parcelas –el 90% de la ciudad–, estima que mantener temperaturas de confort cuesta a cada vivienda un promedio de 196 euros al mes.
Los edificios de la ciudad salen maltrechos en los exámenes enerjorar de las rehabilitaciones energéticas con estrategias pasivas que podrían hacerse en la capital catalana cumplirían los requisitos de acceso (básicamente que logren rebajar un 25% de la demanda energética de calefacción y refrigeración y del 30% del coste energético primario no renovable). En el 5% sería suficiente actuando solo en las ventanas, en el 25%, en las fachadas, y en el 55%, mejorando todo el envoltorio del edificio.
En el caso que se pudiesen llevar a cabo todas estas rehabilitaciones, el informe estima que el 66% de los edificios de la ciudad pasaría a tener una calificación
Las mejoras de tipo pasivo requieren de una inversión media por vivienda de entre 6.200 y 13.100 euros