Uriach: “Queremos dar un nuevo impulso al Orfeó”
El empresario propone combinar innovación con la recuperación de partituras olvidadas
su periódico de que el Ministerio de Cultura no podía ser ni debía ser la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid. A lo mejor hay que optar por otras vías. Es verdad que la danza necesita espacio. Pero hay algunas iniciativas en España y podemos pensar en colaborar y hacer algo más coral y no nosotros solos. En Delicias, aparte de lo que diga el Ayuntamiento, no veo intención de hacer nada, es un erial. Creo que hay que darle dos vueltas. Luego, hay muchas cosas en el tema de un teatro para la danza. Francia y París son un país y una ciudad muy vinculados a la danza. Hubo un diseño que dedicaba el Palais Garnier a la danza y la Bastilla a la ópera. Sabemos lo que ha pasado: el Palais Garnier, París, Francia, no ha sido capaz de organizar una programación exclusivamente para danza y programa también ópera. Hay que ver, porque hacer un teatro es una inversión muy potente, si tenemos demanda suficiente, debemos ser prudentes. Aunque no me gustaría hablar de congelación.
Cuando habla de hacer un proyecto más coral, ¿en qué piensa?
Una solución podría ser llegar a un acuerdo entre el Inaem y alguno de los centros de producción y de exhibición de danza que hay en España. No quiero decirlo con mucho énfasis porque no me he puesto, pero a mí me gusta más esa solución que la de crear un nuevo centro.
¿Un acuerdo con un centro como el Mercat de les Flors de Barcelona, por ejemplo?
Por ejemplo. Es un centro con un fuerte apoyo del ministerio.
La situación del mundo de la escena en los últimos meses es difícil. ¿Qué piensan hacer?
Estamos hablando con el sector, con Faeteda, y pensando en alguna acción conjunta para resolver esta falta de espectadores que nos preocupa. Faeteda está hablando con el Ayuntamiento de Madrid para hacer una campaña, Adetca con el de Barcelona. Estamos ahí para apoyar. Pero creo que el Bono Cultural Joven va a ser un buen elemento para ayudar a la gente a que vaya al teatro.
Jordi Savall les ha pedido espacio en el Palau del Lloctinent de Barcelona para su Centro Internacional de Música Antigua. ¿No se puede?
Savall es una gran figura en el mundo de la música antigua, pero no la única, hay otros proyectos no de tan larga duración pero de gran calidad. Es un espacio afectado a un archivo muy importante como el de la Corona de Aragón, un espacio que no está vacío y habría que resolverlo. Pero además para ceder en uso un espacio público se tienen que dar unas circunstancias. ¿Por qué a él sí y a otro no? Hay una cosa que se llama la concurrencia. Se lo he explicado por escrito. Pero Savall recibe ayudas de forma continuada del ministerio a los proyectos que presenta.c
El Palau de la Música Catalana encara una nueva etapa con Joaquim Uriach Torelló (Barcelona, 1966) como presidente del Orfeó Català. “La casa se encuentra en un momento excelso, delicioso”, afirmó ayer el empresario después de que el pasado martes la asamblea de socios del Orfeó reconociese su cargo al frente de la institución. La de Uriach fue la única candidatura presentada, por lo que las elecciones convocadas para el 20 de junio fueron suspendidas.
La nueva junta se confiesa como “continuistas del buen trabajo” de la anterior, encabezada por Mariona Carulla durante los últimos trece años. Uriach constató que el momento que atraviesa la institución no es fruto de la casualidad. “Tenemos unas bases sólidas porque se ha hecho una buena gestión”, aseguró el presidente. Sin embargo, el empresario y su equipo también divisan nuevos horizontes. “Queremos dar un nuevo impulso a la entidad y mejorar todo aquello que se pueda”. Esto supone “adaptarnos a los nuevos tiempos y a los cambios, transformarnos respetando el legado”, continuó Uriach, que ha sido miembro de juntas anteriores. El empresario subrayó que se trata de una junta “muy diversa en cuanto a edades, género, profesiones y procedencias”. Pero todos comparten su amor por “la casa, la música y la cultura catalana”.
Asimismo, la nueva presidencia del Orfeó es consciente que el mayor reto ante el que se encuentra es la pérdida de público del Palau tras la pandemia. “Nos hemos recuperado
Bde la covid, pero lo tenemos que solidificar”, sostuvo el empresario. En consecuencia, la junta elaborará un Plan Estratégico 2023-2026 donde se concentrará su programa de candidatura, en el que destaca el apoyo a los coros del Orfeó y la Escola Coral para “continuar con su nivel de excelencia”. Esto pasa por colocar el orfeón en el centro de la institución y “reforzar su papel cultural de interlocutor en primera línea”.
Sin olvidar los valores fundacionales de la entidad, caracterizada históricamente por su compromiso social y catalanidad, la presidencia también se ha propuesto apostar por la innovación. Así, desarrollarán “una estrategia digital global para mejorar el acceso a la música”, contemplando también el equilibrio financiero y la sostenibilidad como otra de sus claves de gestión. Por otro lado, la junta tiene como objetivo recuperar composiciones de la música catalana “inéditas y olvidadas”, y editar y cantar la obra del cancionero popular catalán.
Para Uriach, el caso Millet, que impactó de lleno en la trayectoria de su antecesora, “es historia pasada”. “Ahora queremos abrir una nueva etapa”, determinó. En la misma línea, el presidente reconoció que la anterior junta “hizo muy bien la transición de unos momentos que nos dolieron mucho a todos”. Por su parte, tras tres mandatos al frente del Orfeó, Mariona Carulla se siente satisfecha y hace un balance positivo. “Hicimos un gran esfuerzo a partir del 2009 para mantener la confianza, la estima y la credibilidad en el Palau”, manifestó. Después, vino otra crisis, la de la pandemia y su consiguiente ERTE, que intentaron afrontar “con máximo cuidado”.c
Al final del camino atisbo a un hombre con una túnica hasta los pies, con sandalias. Pienso que debe ser un vecino musulmán, pero al acercarme a él, descubro a un señor con lo que se llama un perfil griego. “Buenos días. ¿No tiene calor, con tanta ropa?” La temperatura de estos días provoca inquietud. “Es una tela cada vez más fina y me entra un poco de aire por la parte inferior.” -responde el hombre que, arrastrando los pies con las sandalias, levanta una nube de polvo-. “Pero, usted es... ¡Sant Quirze! ¿Qué hace en el camino de can Torrent? Pensaba que le habían torturado y decapitado de niño, en Tarso, Cilicia, en la época de Diocleciano. Constato, con satisfacción, que ha llegado a viejo y que está en buena forma, a pesar de los años. Tiene la misma cara que en unas aleluyas que compré en el Mercat de Sant Antoni, aunque con barba y arrugas.” “Ya sabe que, junto a mi madre, Julita, soy el patrón de esta villa. Durante décadas, la gente nos ha querido y celebrado y, gracias al amor de los vecinos, hemos llegado a esta edad, impropia de mártires cristianos.”
“Pues estará usted contento. Es uno de los grandes momentos del calendario litúrgico: ¡la octava de Corpus! La gente participa en el pasacalles, cada día le toca a un barrio organizar la verbena. La fiesta tiene un tufillo pagano. Pero está ya muy bregado y no creo que lo viva como un drama”. “En confianza: me gustaba más la fiesta de antes -me confiesa Sant Quirze-. Cuando tocaba por las calles, la cobla combinaba harmónicamente trompeta y fiscornio. Ahora se abusa del tambor y parece un desfile militar.”
El santo se apoya con la mano en una roca junto al camino y aterriza suavemente con las nalgas. “Le noto fatigado -le digo-” “Es que a penas he dormido. Con los ayuntamientos democráticos han proliferado las fiestas en el centro urbano. Antes, cuando terminaba el pasacalles, la cobla tocaba unas cuantas sardanas y acababa, ritualmente
Es uno de los grandes momentos del calendario litúrgico. ¡La octava de Corpus!
con un vals, un chotis y una polca. A la una y media o las dos todo el mundo estaba en la cama. Hoy, en cambio, la fiesta arranca a la una o a la una y media y se prolonga hasta las seis de la mañana. La plazoleta de can Lleonart se convierte en un embudo amplificador que dispara la música contra las casas. No he podido pegar ojo. He salido ahora un rato a que me dé el aire. ¿A usted le parece bien que cada año se arme esta escandalera? En el pueblo viven personas mayores, enfermos, padres con niños que no pueden o no quieren ir a la fiesta.” “Querido Quirze: ¿no ha leído usted las opiniones del antropólogo Manuel Delgado? Sostiene que fiestas y revoluciones han de romper las estructuras establecidas y remover a la gente. Pues eso es justamente lo que pasa, auspiciado robóticamente por los ayuntamientos, que pretenden quedar bien con la juventud. No es usted sólo. Esta semana Sant Eliseu Profeta, Santa Maria-Miquela y Sant Gregori Bisbe han vivido situaciones parecidas. En el cruce de la Font del Ferro nos separamos. “Recuerdos a su madre, la señora Julita”.