Dressel sale de escena, irrumpe Popovici
La leyenda estadounidense abandona los Mundiales de Budapest con dos oros y una crisis médica imprecisa
No hay tiempo, no hay tiempo.
Salta un astro y emerge otro. No puede ser de otro modo, pues el deporte se nutre de referentes, de leyendas que marcan una época y centran los focos de los curiosos y los jóvenes.
Desaparecido Michael Phelps, acaso aburrido de sumar proezas olímpicas (28 podios entre Atenas 2004, Pekín 2008, Londres 2012 y Río 2016, más que nadie nunca), se interpretaba que esta iba a ser la época de Caeleb Dressel: no solo ha ganado siete títulos olímpicos y 21 oros mundiales en los últimos cinco años, sino que dos de esos triunfos se habían producido en estos días en Budapest.
Y se esperaban más éxitos, más madera, acaso tres proezas más.
Sin embargo, el martes Dressel saltaba a la piscina, disputaba la primera ronda de los 100 m libre, marcaba el segundo registro (47s95, frente a los 47s60 de David Popovici) y luego se apagaba. No comparecía en las semifinales y a continuación la Federación
Estadounidense lanzaba un primer aviso:
–Dressel tiene problemas médicos. Vamos a ver si disputa el resto del programa.
Y así, a esperar.
La espera terminó ayer. Lindsay Mintenko, jefa del equipo estadounidense, dijo que Dressel renuncia a los 50 m libre y los 100 m mariposa, pruebas que debían celebrarse en los próximos días, aunque no concretó la causa. Solo habló de “motivos médicos”.
–Simplemente no se encuentra bien para competir y debíamos tomar una decisión lo antes posible. Será él quien aclare públicamente qué le está pasando.
Apagado Dressel, se agigantó David Popovici, teenager rumano que en estos días ya había batido el récord mundial júnior de los 200 m libre y que ayer sumó su segundo oro, ahora en los 100 libre, al imponerse en 47s58.
Tiene premio el trabajo de sus padres, un comercial y una psicóloga que en su día habían llamado a decenas de puertas en Rumanía, buscando patrocinadores para su hijo, ahora el nuevo mito de la natación universal.c