Nobleza baturra

Javier Lambán se ha salido con la suya. El presidente aragonés afirmó a finales de mayo que prefería que no hubiera Juegos Olímpicos de invierno a que los que se celebraran fueran “desequilibrados”, en alusión al mayor peso que podría tener Catalunya. Seguramente Lambán calibró que le salía más a cuenta ir de víctima con Catalunya para obtener rédito electoral en un futuro que no intentar que su comunidad pudiera albergar algún día alguna competición olímpica. Aragón ha pretendido organizar estos Juegos en tres ocasiones y en las tres ha perdido. Ahora se le abría una oportunidad de hacerlo juntamente con Catalunya, pero ha antepuesto sus intereses electorales y ha pasado por encima del deseo de los representantes de los valles del Pirineo aragonés, que, tal como cuenta hoy en nuestro diario Mario Sasot, están decepcionados y muy desilusionados.

Lambán no tiene pelos en la lengua y estos días ha dejado perlas que invitan a una serena reflexión. Ahí van: “Hemos de tener paciencia con ellos, con los amigos catalanes”; “Catalunya ha tenido una actitud que cabe calificar como mínimo de antiolímpica”; “en Catalunya no tenemos ningún amigo, ni ningún socio, ni ningún aliado...”. No hace falta recurrir a otras frases suyas pronunciadas en otros asuntos conflictivos como el litigio de los bienes de Sijena.

El problema de la oratoria de Lambán va mucho más allá de si algún día se pueden organizar o no los Juegos Olímpicos. Lo que queda es una actitud separadora que anima a la división y al enfrentamiento entre comunidades. Que el Govern de Catalunya, liderado por fuerzas independentistas, aceptase organizar una competición olímpica con otra comunidad española en el 2030 era un signo de avance hacia la normalidad. Lo más difícil para el COE era convencer a los dirigentes de ERC y Junts, y lo que tenía que ser más fácil era lograr el apoyo de Aragón. Los técnicos de esta comunidad se lo dieron, pero luego Lambán se lo retiró. El presidente autonómico vendrá este próximo lunes a Barcelona y visitará el Centro Aragonés, donde anunciará inversiones de su

Gobierno para mejorar sus instalaciones y tendrá oportunidad de explicarse.

Ojalá encuentre una vía que huya del tacticismo electoral. Nobleza baturra obliga, pero el mal ya está hecho.