Yair Lapid también ha agradecido a Ankara “haber salvado vidas israelíes” tras detener a un comando iraní
hace unos meses, cuando coleaba el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi en su consulado estambulí. En abril, el juez transfirió el caso a Riad.
De este modo, Turquía y Arabia Saudí –que compiten por el liderazgo suní– dan carpetazo a las rencillas que arrancaron con el apoyo de Ankara a las primaveras árabes y que desembocaron en el bloqueo árabe a Qatar, desbaratado con ayuda turca.
Arabia Saudí volverá a emitir series turcas, para demostrar que la “nueva era” empieza con el levantamiento de vetos.
La visita de Joe Biden a Oriente Medio, en julio, alienta a poner la casa en orden, en Riad y Jerusalén occidental. Y hasta el caótico Líbano se dotó ayer de primer ministro, con la reelección de Nayib Miqati.c