Decepción en el Pirineo aragonés por la pérdida de los Juegos de invierno
Críticas a la estrategia negociadora de Lambán con el COE y Catalunya
La decepción, el desánimo y un enfado apenas contenido ha hecho mella entre los representantes políticos y los agentes sociales y turísticos de los valles aragoneses de Tena, Candanchú-Astún y Benasque, posibles escenarios de unos Juegos Olímpicos de invierno en el Pirineo que, al menos en el 2030, ya no verán la luz.
A principios de semana, cuando ya se barruntaba que no habría acuerdo para que el Comité Olímpico Español (COE) presentara una candidatura consensuada al Comité Olímpico Internacional (COI), la Asociación de Entidades Locales del Pirineo Aragonés (Adelpa) firmaron un documento en el que daban su apoyo incondicional al proyecto y animaban a que todas las partes llegaran a un consenso por considerar “que sus ventajas deberían pesar mucho más que las diferencias”. También alertaban de que “está en juego el futuro de los pueblos del Pirineo de Aragón y Catalunya.”
En este organismo están presentes los alcaldes pertenecientes a diferentes formaciones (PP, PSOE, PAR y CHA) junto con asociaciones empresariales.
Eusebio Echart, vicepresidente de Adelpa y alcalde de Campo por el PAR ponía el acento en “el retorno que la cita olímpica habría tenido en el territorio, no solo económico, también el gran impacto turístico internacional, al poder mostrar a todo el planeta la calidad paisajística de la cordillera”.
En el documento, los miembros de Adelpa lamentaban esta “oportunidad desaprovechada de poder construir costosas infraestructuras, de difícil financiación, que permitirían avanzar a nuestros municipios”.
“Aquí, en el valle de Benasque, hemos culminado la construcción de la N-260 de Campo a Castejón de Sos, pero nos faltaría proseguir la conexión con Catalunya, algo que se hubiera agilizado con el proyecto olímpico”, añade Echart.
Marcel Iglesias, alcalde de Bonansa (PSOE) y presidente de la comarca de la Ribagorza, mostraba también su desilusión porque no hubiera cuajado el proyecto olímpico y confesaba que había echado de menos “más generosidad por parte del gobierno de Aragón y de la Generalitat de Catalunya”. “Aquí, quien nos la jugábamos éramos el Pirineo, más que Zaragoza o Barcelona” y lamentaba que “los directamente interesados no hubiéramos tenido más protagonismo en las negociaciones con el COE”. En cuanto al futuro, piensa que “la candidatura del 2034 saldrá si no se ponen sobre la mesa conflictos territoriales. Si no es así se verá de nuevo abocada al fracaso”.
Jesús Jericó, alcalde de Sallent de Gállego por el PP no escondía su tremendo enfado ante la situación. “Ni el COE, ni los gobiernos central, aragonés y catalán han estado a la altura de sus responsabilidades. La propuesta catalana, que monopolizaba para sí todo el esquí alpino no era justa, y los técnicos del Gobierno de Aragón deberían haberla rechazado y plantear otra alternativa desde un principio. Y el Gobierno español ha actuado como rehén de sus socios catalanes. Ha faltado en todos altura de miras”.
Jericó también se queja de que “a los municipios nos convocaron en el minuto 80 o 90 del partido, cuando la situación estaba ya muy enmarañada”.
Fernando Sánchez, alcalde de Canfranc (PSOE), lamenta las “pérdidas” que supone para las estaciones de esquí de AstúnCandanchú y su comarca, la no realización de las olimpiadas de invierno. “Se habían planteado proyectos de infraestructuras por valor de 300 o 400 millones de euros, que mejorarían la movilidad y sacarían coches de la carretera, y que ahora a lo mejor ya no se realizarán nunca”, explica.
En el sector turístico la noticia cayó como un jarro de agua fría. José María Ciria, presidente de la Asociación de Empresarios Turísticos del valle de Benasque, lahasta mentó el desenlace. “Teníamos puestas muchas esperanzas en ella. Habrá que retomarla para el 2034, pero si se presenta Madrid a los Juegos de verano, nuestras posibilidades disminuirán”.
Ninguna de las personas consultadas ve con buenos ojos la propuesta de Alejandro Blanco de que para el 2034 se presenten dos o más candidaturas y que el COE elija una. Son más partidarios de trabajar por una candidatura única que englobe Aragón, Catalunya y zonas de Navarra o Andorra.
Tampoco puede olvidarse la difícil y tensa situación que han vivido algunos militantes, cargos y agrupaciones socialistas de esta provincia, que no se han encontrado siempre cómodos con la estrategia negociadora marcada por el Gobierno de Aragón en este tema. “Nosotros éramos los más interesados en que las conversaciones
La posibilidad de una candidatura por separado en el 2034 no convence ni a alcaldes ni a empresarios
En el territorio causó malestar el plantón del presidente en la reunión de Balaguer del pasado enero
entre Aragón, el Gobierno, el COE y Catalunya acabaran con éxito, porque nos jugamos nuestra mayor o menor presencia política en el territorio”, nos comentaba un militante que prefiere no dar su nombre. También señalan que la primera reunión de Lambán y el consejero Felipe Faci con los alcaldes y empresarios de la zona fue ya con el proceso de negociación muy avanzado. “Más que para escuchar nuestras propuestas vinieron para pedir que apoyáramos sin fisuras su estrategia de máximos, cuando nosotros hubiéramos sido más pragmáticos. Con tener pruebas en todos los valles con pistas de esquí, tal como pide el documento de Adelpa, hubiera sido un éxito”.
Otro gesto que no gustó a algunos correligionarios oscenses de Lambán fue que este no acudiera a la reunión en Balaguer (Lleida) con el presidente Aragonès el pasado enero. “Si te levantas de una reunión nunca conseguirás tus objetivos y si no acudes a la misma, ya puedes dar la batalla por perdida”, refería un veterano socialista oscense.c