Indra renueva su consejo y supera el bloqueo con el apoyo de la junta
El Estado controla más del 25% de las acciones de la compañía tecnológica
La compañía tecnológica Indra consiguió ayer poner fin al bloqueo en el consejo que se alargaba desde hace meses. La junta de accionistas celebrada ayer en Madrid aprobó el cese de cuatro consejeros independientes, uno más no renovó y se nombró como dominical a Jokin Aperribay, miembro de la familia fundadora del grupo vasco de defensa SAPA Placencia. Los cambios fueron posibles gracias al apoyo de la entidad pública SEPI (que tiene el 25,2% de las acciones), de SAPA (5%) y del principal accionista de Prisa, el fondo Amber (4,2%). Los cesados no habían compartido la nueva línea estratégica diseñada por el presidente, Marc Murtra.
Con el nuevo consejo, la empresa especializada en tecnología y defensa podrá afrontar de manera más ágil los nuevos retos que se abren con la nueva situación geoestratégica.
Fue en el último momento de la junta de ayer cuando el representante de Amber propuso fuera de la orden del día el cese de los consejeros. La petición de Amber fue la de cesar a Alberto Terol, Carmen Aquerreta, Ana de Pro y Enrique de Leyva. Los cuatro eran consejeros independientes. Asimismo, la reelección de Isabel
Torremocha, también consejera independiente, no salió adelante, con lo que el recién nombrado Francisco Javier García Sanz (exdirectivo del grupo Volskswagen) y Silvia Iranzo quedaron como los dos únicos consejeros independientes.
Aperribay, miembro de la familia fundadora del grupo vasco de defensa SAPA Placencia, recibió el 53,1% de los votos para ser consejero, pese a contar con un informe en contra de la comisión de retribuciones. Ese porcentaje del 53,1% fue prácticamente idéntico al apoyo que recibieron los ceses de cuatro consejeros independientes. Asimismo, se renovó a los consejeros Miguel Sebastián, que fue ministro, Antonio Cuevas y Luis Abril (consejero ejecutivo), todos con votaciones por encima del 90% del capital.
El consejo resultante de la junta queda compuesto por dos consejeros independientes y tres dominicales. El presidente Murtra tiene la categoría de externo mientras que Abril e Ignacio Mataix son consejeros ejecutivos. Guillermo Guerra es el secretario y Fabiola Gallego la vicesecretaria del consejo. A estos nombres debería unirse próximamente Juan Moscoso, que será el tercer consejero de la SEPI después de que el holding público haya superado el 25% del capital, lo que le permite optar a un nuevo representante.
Durante la junta de ayer que contó con la presencia de más de un 75% de los accionistas del grupo se aprobaron también todos los puntos procedimentales, como las cuentas, el informe de sostenibilidad, las remuneraciones o la propuesta de aplicación del resultado. Asimismo, Deloitte fue reelegido como auditor de la sociedad.
El representante de Amber justificó su petición de ceses en que la compañía necesita una mayor estabilidad y una “reestructuración más amplia” en su consejo. Tras la solicitud, los consejeros Alberto Terol y Enrique de Leyva (dos de los cesados) tomaron la palabra para considerar que la decisión “dañará gravemente” a la compañía.
Con esta junta se da por cerrada una crisis de gobernanza entre la SEPI y parte de los consejeros independientes que se desató el año pasado con el relevo como presidente de Fernando Abril Martorell ante la intención de la entidad pública de iniciar una “nueva etapa de la compañía”.
Además, se facultó a la entidad para poder aumentar el capital social hasta un importe máximo equivalente al 10% del capital social.c
Los cinco consejeros salientes eran críticos con la gestión del nuevo equipo directivo