Morten, Dimitri Vegas & Like Mike, Don Diablo, Timmy Trumpet y Vini Vici actuarán el 2 de julio
El festival de música electrónica Barcelona Beach Festival (BBF) regresa con más ganas que nunca a la playa del Fòrum y Parc de la Pau después de dos años consecutivos obligados a cancelar el acontecimiento por la pandemia. “Es una alegría volver de nuevo a celebrar la vida con los amigos, con la familia. Volver a sentir la ilusión, las ganas de celebrar y, todo, porque este año tenemos una séptima edición muy especial en la que vendrá finalmente Marshmello, al que íbamos detrás desde hace tiempo. A todo el mundo le gusta. Es el dj más importante del mundo en estos momentos”, señala a este diario Pino Sagliocco, director del BBF y presidente de la promotora Live Nation en España, que organiza este festival veraniego de un solo día, “uno de los más importantes del mundo de la música electrónica junto a Tomorrowland y que reúne a grandes nombres a la vez. Es un auténtico festival de artistas. No hay nadie que no esté en el top”, recalca.
El esperado reencuentro será el próximo sábado, 2 de julio. La fiesta arrancará a partir de las 17 horas, cuando se abren las puertas del recinto, y durará hasta bien entrada la madrugada del domingo. “Nos hace falta volver de nuevo a los festivales, a los conciertos. Es lo que más feliz me hace. Por eso este año va a ser mágico y único y muy emocionante por ver otra vez a los chavales bailar, cantar y alegrarse. Después de momentos tan tristes en la vida hay que poner ilusión. Es algo que nos viene muy bien, sobre todo por lo que hemos pasado y lo que estamos pasando”, añade Sagliocco, que dice emocionarse cuando ve a padres e hijos juntos divirtiéndose en el festival. “En los últimos años han asistido musobre años para hablar de las despedidas y nos bebimos varias botellas de mezcal para la investigación. Nos contamos nuestras vidas y había sincronía, él comenzaba a contar algo y yo le seguía, parecía que hiciéramos un cadáver exquisito. Y vimos que nuestras vidas estaban llenas de despedidas inconclusas, nadie nos enseña a decir adiós, es la única constante en nuestra vida y nadie nos prepara para eso”, señala.
Y cuenta que “la obra habla de los temas que nos preocupan, las cosas que nos queremos sacudir, la figura paterna y la figura materna... la ausencia de la figura materna es un tema en mi vida desde que murió mi madre cuando tenía dos años, está en todo lo que hago. De esa ausencia se habla, pero no de forma explícita, que sientas que te puede pertenecer a ti. Si llego y digo ‘Este soy yo’, puedes preguntarte por qué te hago pagar por venir a terapearme Qué flojera”, ríe.
“Pero está lleno de la época que nos marcó, de la relación con el compromiso social, se habla de clasismo, de racismo”, prosigue, a través de Sara y Mateo, “que nacen en el mismo día, hora y hospital y se van a ir encontrando a través de 40 años en momentos históricos importantísimos para México”.
“El terremoto de 1985 nos movió el piso, nos despertó, trajo una cantidad de cambios que no parecían posibles, en el 88 por primera vez la oposición gana, pero habrá fraude”, apunta el actor, que recuerda que la obra termina con el regreso del PRI. “Es la reflexión, cuando menos te das cuenta estás en el punto en el que arrancaste. La obra habla de ser testigo de muchos despertares, de momentos que parece que van a traer un cambio profundo que termina de alguna forma disolviéndose. Habla de qué posibilidades tenemos realmente de una transformación”, concluye el actor.c