David Cronenberg, premio Donostia por ser uno de los cineastas “más singulares”
El canadiense recibirá la distinción del festival de San Sebastián el 21 de septiembre
El director canadiense David Cronenberg (Toronto, 1943) será distinguido con un premio Donostia del festival de San Sebastián por ser “uno de los cineastas más singulares del último medio siglo”, según informó ayer el certamen. El realizador de 79 años se une así a un reconocimiento que también compartirá la actriz francesa Juliette Binoche, cuyo nombre ya anunció el Zinemaldia el pasado 13 de mayo.
Será el 21 de septiembre cuando este veterano cineasta autodidacta, además de actor y escritor, recoja el premio en el teatro Victoria Eugenia en una ceremonia tras la que se proyectará su nuevo trabajo, Crimes of the future, una distopía enfermiza que supone su regreso al término de la nueva carne que acuñó hace casi cuatro décadas con Videodrome.
La película, protagonizada por Viggo Mortensen, Léa Seydoux y Kristen Stewart, participó a competición en el festival de Cannes y está ambientada en un mundo sintético donde el ser humano ha dejado de sentir dolor y la cirugía es el nuevo sexo.
Artífice del cine más perturbador y morboso, con permiso de
David Lynch, Cronenberg ha construido a lo largo de más de 50 años una serie de historias donde la provocación y la incomodidad suelen sacudir al espectador. “Maestro del horror biológico, de las atmósferas turbadoras y de un universo tan personal como intransferible, Cronenberg ha dirigido una veintena de largometrajes entre los que destacan obras convertidas en clásicos de géneros como la ciencia ficción, el terror, el drama psicológico o el thriller, destacó el festival dirigido por José Luis Rebordinos, que llevará a cabo su 70.ª edición del 16 al 24 de septiembre y al que seguramente se añadirá algún otro nombre más a la lista de homenajeados.
Esta será la segunda vez que el director de La mosca visite el prestigioso certamen después de presentar Promesas del Este como cinta inaugural en 2007. Cronenberg inició su carrera dirigiendo los cortometrajes Transfer (1966) y From the drain (1967) a los que siguieron largometrajes de corte experimental como Stereo (1969) y Crimes of the future (1970), del que ha vuelto a tomar prestado el título para su último filme, que le ha costado 20 años sacar adelante. Unas primeras obras en las que podían rastrearse ya los rasgos de una filmografía marcada por temas como la enfermedad, la violencia, el sexo, el cuerpo o la experimentación científica.
Con Vinieron de dentro de… (1975) obtuvo el premio al mejor
“Es un maestro del horror biológico, de las atmósferas turbadoras y de un universo personal e intransferible”
director en el Festival de Sitges. Luego vendrían títulos como Rabia (1977) y (1979), pero los que realmente forjaron su prestigio como autor dentro del cine de género más radical fueron Scanners, Videodrome, La mosca, Inseparables y M. Butterfly, las dos últimas con Jeremy Irons. Con Crash, basada en la novela de J.G. Ballard, obtuvo el premio Especial del Jurado en Cannes. Ahora trabaja en su próximo proyecto, The Shrouds, con Vicent Cassel en la piel de un hombre de negocios innovador y viudo afligido, que construye un dispositivo para conectarse con los muertos dentro de un sudario.c