Curvas en el All England Club
El sorteo del cuadro principal de Wimbledon deja un camino plagado de minas para Nadal, aunque evitaría a Djokovic y Alcaraz hasta una hipotética final
Para seguir haciendo historia, habrá que sudar y sufrir. Rafael Nadal ya conoce el sinuoso trazado que le espera en Wimbledon si quiere hacerse por tercera vez con un trofeo que se le resiste desde hace doce años. El sorteo del cuadro principal celebrado ayer no fue ni mucho menos benévolo con el manacorense, a quien le esperan a priori rivales de entidad y/ o especialistas en hierba casi desde el comienzo. El aspecto más positivo es que no se cruzaría con Novak Djokovic hasta una hipotética final. Tampoco con Carlos Alcaraz, aunque las expectativas por lo que respecta al chico de moda son ahora menores debido a la falta de rodaje sobre esta superficie que evoca épocas pretéritas.
Antes de soñar con una final hay que tocar con los pies en el suelo. El tratamiento de su lesión parece que avanza favorablemente, pero por más que esté en plenas condiciones el camino hasta luchar por el título en el All England Club será exigente. Su debut es a priori el partido más sencillo. Se enfrentará a un alérgico a la hierba como es el argentino Francisco Cerúndolo, un oponente al que nunca se ha enfrentado. El escenario se complicaría ya en segunda ronda. Si Sam Querrey hace los deberes el primer día, sería un duro escollo. Es cierto que el estadounidense (34 años) está en el ocaso de su carrera y lejos de su mejor nivel, pero en Wimbledon se agiganta ante los mejores. Alcanzó semifinales en el 2017 después de tumbar al entonces número uno Andy Murray. Un año antes, hizo lo propio con Djokovic, en ese momento también en lo más alto del ranking. De ganar Nadal, habría tregua en tercera ronda, sin oponentes peligrosos.
A partir de octavos de final volverían las curvas. Marin Cilic, semifinalista este año de Roland Garros y finalista en la edición de Wimbledon 2017, podría ser otro escollo complicado de superar. Por no hablar del rival en cuartos, el joven Felix Auger-Aliassime. En París ya lo llevó al límite hace unas semanas. En semifinales,