Bruselas presentará un plan de choque frente a posibles cortes del gas ruso
Los líderes europeos acuerdan reformar el mercado eléctrico para abaratar la luz
“Debemos prepararnos porque la era de los combustibles baratos no va a volver”, avisa Von der Leyen
Bruselas trabaja en un plan de emergencia para reducir la demanda de energía en toda la UE
Cuatro meses después del comienzo de la guerra de Ucrania, un conflicto sin final a la vista, los líderes europeos reafirmaron ayer su total respaldo al Gobierno de Volodímir Zelenski frente a Rusia pero no ocultaron su inquietud por las consecuencias económicas de la crisis. “La inflación es una gran preocupación para todos”, admitió el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que acusó a Rusia del actual alza de precios de los alimentos, la energía y las materias primas.
“Nos enfrentamos a un gran desafío económico global”, señaló el canciller alemán, Olaf Scholz.
Una docena de países europeos se enfrenta ya a cortes parciales o totales del suministro de gas ruso y en Bruselas cunde la impresión de que tarde o temprano Moscú cerrará al grifo para presionar a la Unión Europea para que deje de apoyar con armas a Ucrania y levante las sanciones económicas. Los líderes europeos no se plantean ninguno de estos dos extremos y ayer encargaron a la Comisión Europea un plan de choque de cara a un otoño y un invierno que pueden ser complicados.
“Debemos esperar lo mejor pedad ro prepararnos para lo peor”, reconoció la presidenta del ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen. En julio, entre otras iniciativas, presentará “un plan europeo común de emergencia para reducir la demanda energética” de acuerdo con la industria y los Estados miembros.
“Si bajamos dos grados la calefacción en invierno o la dejamos subir dos grados más en verano, podremos ahorrar el equivalente a todo el gas que llega por el gasoducto Nord Stream I”, ejemplificó la alemana antes de evocar las medidas que la UE ya está tomando para diversificar los proveedores energéticos de la UE, como el aumento del suministro procedente de Estados Unidos, Noruega y Azerbaiyán o los acuerdos firmados con Israel y Egipto.
El plan debe “garantizar el suministro de energía a precios asequibles en la UE”, afirman las conclusiones de la cumbre, en la que se evocaron medidas de solidarientre los diferentes países para hacer frente a nuevos cortes de gas. “Aparte de dar apoyos temporales a los ciudadanos y las empresas, es esencial ayudar a nuestra sociedad a adaptarse a las nuevas condiciones”, defendió la presidenta de la Comisión, que recalcó que “la era de los combustibles fósiles baratos no va a volver”.
Además, por primera vez desde que comenzó la guerra, la Unión Europea se ha mostrado abierta a reformar su mercado eléctrico para que el gas deje de tener un papel preponderante en la fijación del precio de la luz. Revisar el proceso de fijación del precio de la electricidad es una vieja demanda de España y otros países periféricos, que sufrieron antes que las economías del centro de la Unión el alza de precios de la energía derivada de los desajustes en la cadena global de suministros y el aumento de la demanda de gas.
“El mercado eléctrico actual estaba diseñado para cuando queríamos que las energías renovables entraran en el mercado, cuando este estaba dominado por los combustibles fósiles”, admitió Von der Leyen, reacia hasta hace poco a revisar el modelo. Ahora la presidenta del ejecutivo comunitario reconoce que no tiene sentido que sea el gas lo que defina el precio final de la electricidad y este verano presentará modelos alternativos. A pesar de la urgencia expresada por varios líderes europeos por la situación del mercado energético y su impacto en la inflación, el asunto no será debatido por los líderes hasta octubre.
El primer ministro italiano, Mario Draghi, había propuesto convocar una cumbre extraordinaria en julio para abordar la situación económica pero el temor a levantar demasiadas expectativas llevó a la UE a desestimar la idea. Draghi insistió no obstante en la urgencia por actuar en el terreno de la energía, pues representa el 40 % del aumento de precios. “Si logramos hacer algo en este frente obtendremos un progreso en términos de reducción y contención de la inflación”, dijo. ●