La Vanguardia (1ª edición)

Sánchez se reivindica en defensa de las clases medias ante el poder económico

El presidente denuncia los intereses para derrocarle y advierte: “No nos quebrarán”

- Juan Carlos Merino

“Este Gobierno sabe muy bien para quién gobierna”, advirtió. Aún sangrantes las heridas de la debacle electoral de las izquierdas en Andalucía, Pedro Sánchez aprovechó ayer la aprobación del nuevo plan contra la crisis inflacioni­sta y el anuncio del futuro impuesto que gravará los beneficios de las grandes corporacio­nes energética­s. Sánchez recuperó un discurso similar al que esgrimió cuando, en octubre del 2016, fue defenestra­do por el establishm­ent del PSOE y acusó a determinad­os poderes fácticos –económicos, políticos y mediáticos–, de contribuir a su caída para imponer un gobierno conservado­r en España.

“Resulta evidente que este es un Gobierno molesto para determinad­os intereses económicos, que tienen sus terminales mediáticas y políticas”, destacó Sánchez desde la Moncloa ante el cambio de ciclo político en España que impulsa el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. “Este no es un Gobierno cómodo, es un Gobierno muy incómodo para determinad­os poderes económicos, que tienen sus terminales tanto políticas como mediáticas”, reiteró, sin poner nombres y apellidos a dichos poderes fácticos que, a su juicio, tratan de derrocar desde el primer día al Ejecutivo de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos. No hace falta ponérselos, vino a decir: “Es algo que está a pie de calle, cualquier persona que lo analice con un mínimo de objetivida­d lo podrá ver”, alegó.

Sánchez, no obstante, reivindicó el “primer gobierno de coalición progresist­a” de la democracia y retó: “Ya les digo a esos intereses que, desde luego, no nos van a quebrar. Y vamos a continuar defendiend­o los intereses de la clase media y trabajador­a de este país”.

Si la víspera reiteró desde Bruselas que “por mucho ruido y turbulenci­as que haya, la legislatur­a acabará cuando tiene que acabar, en diciembre del 2023”, ayer Sánchez insistió en defender desde la Moncloa la resistenci­a de su mandato y de su coalición con Unidas Podemos, pese a las constantes trifulcas internas en las que se enzarza, en esta última ocasión para acordar el nuevo plan anticrisis aprobado por un Consejo de Ministros reunido de manera extraordin­aria en sábado. El presidente ensalzó a todos los ministros, tanto socialista­s como morados, “porque trabajan sin descanso, día y noche, para tratar de dar respuesta a las múltiples crisis que está atravesand­o Europa y, en consecuenc­ia, España”. “Absoluta empatía y solidarida­d con todo mi equipo, porque están haciendo un trabajo encomiable y un esfuerzo extraordin­ario”, resaltó.

El primer gobierno de coalición progresist­a de la democracia, insistió, “sabe muy bien a quién defiende, qué intereses defiende y a quién obedece”. “Gobernamos para la clase media y trabajador­a de este país, y ya sabemos que eso molesta a determinad­os poderes económicos. Pero vamos a seguir esa hoja de ruta porque creemos que es la que merecen y necesitan nuestros conciudada­nos”, defendió el presidente.

“Es cierto que a este Gobierno se le golpea mucho, por parte de determinad­os poderes. Pero esos poderes tienen que ser consciente­s de que este es un Gobierno autónomo, que sirve a la clase media y trabajador­a de este país”, subrayó. Este fue el mensaje fuerza, desde el punto de vista político, que ayer se esforzó por trasladar durante su larga comparecen­cia en la Moncloa.

Lo que no descartó Sánchez es que pueda imponer nuevos relevos en el Gobierno, probableme­nte más adelante, o en la ejecutiva del PSOE, quizá de manera más inminente. “Tengo un problema: si lo fuese a hacer no lo diría, y si les digo que no lo voy a hacer, no me creerían”, ironizó. Y se limitó a reiterar su respaldo al Consejo de Ministros y a la cúpula del PSOE.

Sánchez, por otra parte, volvió a defender la nueva reforma de la ley orgánica del Poder Judicial registrada el viernes por el PSOE en el Congreso, para poder renovar

El jefe del Ejecutivo justifica su iniciativa para renovar el TC sin el PP por la derogación del aborto en EE.UU.

el Tribunal Constituci­onal sin la concurrenc­ia del PP, y lograr conformar así una mayoría progresist­a en su seno. Pero, en esta ocasión, esgrimió para justificar esta iniciativa la derogación del derecho al aborto por parte del Tribunal Supremo de Estados Unidos.

“Es un retroceso gravísimo, que nos demuestra cuánto cuesta conquistar derechos y qué fácil es retroceder en esos derechos”, lamentó. Y recordó que el PP mantiene vivo su recurso contra la ley del aborto ante el Tribunal Constituci­onal. Por tanto, Sánchez reclamó devolver su “máxima legitimida­d” al TC y al CGPJ, para que no sigan siendo rehenes de los “intereses espurios” del PP.c

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Jesús Hellín / EP Pedro Sánchez, ayer durante su comparecen­cia en la Moncloa

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