En Catalunya no se esperan cambios
Puede ser que el nombre ■ no haga la cosa, pero en Catalunya la marca de Ciudadanos “pesa mucho” y conserva “mucho potencial”, señalan fuentes de la dirección, por lo que en la tierra en la que nació el partido, trasplantado después a toda España, el alcance de la refundación
“no será brusco”. La “singularidad” del lugar de origen hace augurar a los dirigentes catalanes un resultado “digno” en las municipales del 2023. “Ciudadanos podrá salvar los muebles mejor que en otros sitios”, insisten, y niegan que exista un problema de liderazgo pese a la debacle de las últimas autonómicas. Carlos Carrizosa, cuya “encomiable gestión” en una “encrucijada tan difícil” ensalzan, ha invertido la máxima maquiavélica y es más amado que temido, argumentan. Las quinielas en las que Nacho Martín Blanco y Jordi Cañas figuran como relevos, dicen, no tienen ningún acierto. En Barcelona, tras el fiasco de Manuel Valls, se impone igual el inmovilismo y aunque la candidata no es conocida no habrá experimentos. encomiende a la experiencia de los liberales europeos.
“La oferta genera la demanda, los partidos crean los espacios”, dice el politólogo Pablo Simón, que niega la preexistencia del centro que quiere ocupar Ciudadanos. “Cuando todo el mundo descuenta tu desaparición, es imposible parar la inercia, porque el elector no sabe seguro si es tirar el voto”, añade.
Además, explica el profesor de la Universidad Carlos III, Ciudadanos ha perdido fuelle como partido antinacionalista jacobino a manos de Vox y su situación en el eje ideológico lo obliga a pelear “el doble” en un país de tradición católica en el que los derechos sociales, como la agenda LGTBI o el aborto, se asocian a la izquierda y el liberalismo económico a la derecha.
Menos optimista, si cabe, se muestra su colega de la UAB Oriol Bartomeus, para quien las opciones de Ciudadanos, salvo tal vez en Catalunya, donde tiene una estructura más sólida, son nulas. “Es una organización de cuadros que sólo puede existir si cobran, como toda organización de cuadros”, dice, augurando una desbandada. De ser así, la nave naranja quedaría reducida a un cascarón vacío.c