Es una aceptación cerrada la de Juan Marín, sin excusas
últimas palabras que me dijo, todavía con laringe, fue que en la vida había que saber ganar y saber perder. Y sí, es una frase que he oído mil veces, pero nunca sonará como en su voz, crudamente dulce para que me hiciera mayor.
Pienso en las palabras de Juan Marín, el político de Ciudadanos que ha liderado la desaparición del partido de la Junta. “Los andaluces no se equivocan, algo habremos hecho mal”, afirmó. Escasea este tipo de determinación frente a la derrota. Es una aceptación cerrada la de Marín, sin excusas, eso sí, con la blandura que acompaña al que es echado a un lado, y piensa en los hijos. Porque el fracaso siempre es un camino hacia el éxito si puede convalecer sobre los afectos entretejidos con madurez, fíjense si no que el que fracasa y carece de esperanza se excede en justificaciones y echa la culpa a los otros. Los Juan Marín de este mundo deberían impulsar una escuela del fracaso. Les auguro un enorme éxito.c