Las violaciones con sumisión química tardan hasta diez años en sentenciarse
Expertos y entidades reclaman un asesoramiento legal gratuito para las víctimas
Hace 17 años Lluïsa Garcia-Esteve, psiquiatra del hospital Clínic, llamó a la puerta del despacho de la abogada Ester García. El motivo no era otro que la urgente necesidad de otorgar un asesoramiento legal gratuito para las mujeres sin recursos que acudían al programa de atención integral de agresiones sexuales del mismo centro. Hoy, las cosas no han cambiado demasiado.
En concreto, las violaciones sexuales facilitadas por drogas pueden darse de manera proactiva (el agresor intoxica a la víctima), oportunista (aprovecha el estado de la agredida y su incapacidad de consentir) y, por último, la mixta. A pesar de las creencias, la más habitual es la oportunista y la sustancia más presente es el alcohol.
Ante tanto mito y falta de atención a las víctimas, Lluïsa GarciaEsteve y Ester García acudieron la semana pasada al Parlament junto con Teresa Echevarría y Mireia Forner –enfermera y psicóloga respectivamente– para abordar este tipo de agresiones en la Comissió d’Igualtat i Feminismes.
Mireia Forner, psicóloga de la Vall d’Hebron, desmontó algunos mitos. La experta asegura que el problema no es la sustancia, sino el consentimiento. Además, critica la reciente campaña de “seguridad” de entregar tapavasos en algunas discotecas. “Que alguien te ponga algo en la bebida no es lo más habitual. La responsabilidad la tenemos que poner en el agresor y no en si la víctima ha tapado su vaso”.
Estas agresiones tienen el añadido de que la víctima no sabe ni quién, ni cuántos, ni qué han hecho con su cuerpo. Por eso, muchas mujeres presentan una incoherencia en el discurso, ya que son incapaces de recordar y si lo hacen es de manera desordenada.
Aunque el Clínic da servicio a las mujeres de la ciudad de Barcelona la realidad es que vienen de toda Catalunya. “No puede ser que nos llame una mujer de Olot porque no sabe dónde acudir”, denuncian. Y añaden: “¿Cómo puede ser que no exista un protocolo común para toda Catalunya?”. Las especialistas proponen registrar estas violencias en todo el territorio para hacer un mapeo de la situación y empezar a trabajar en un plan de actuación con todos los agentes implicados.c