El autor del atentado de Oslo, en prisión provisional
los noventa y principios de los 2000 y ganó el último Scudetto del equipo giallorosso. Fue parte de la selección italiana que disputó el Mundial de Corea y Japón en el 2002. Tras dejar la Roma, llegó al Levante entre el 2006 y el 2008 y terminó sus años junto al balón en China –escribió un libro sobre el país– y San Marino. Después de retirarse se convirtió en el representante del influyente sindicato de los futbolistas italianos, hasta el 2020, cuando defendió la salud de los jugadores en plena pandemia.
Esta es su primera experiencia en política, pero seguro que no sorprende a sus anteriores compañeros de equipo. Cuando jugaba ya era visto como un futbolista comprometido, dispuesto a enfrentarse a la afición por criticar el racismo o la violencia. El Hellas Verona, de hecho, es conocido por sus aficionados ultras, que entonan cánticos racistas y han llegado a ensalzar a Hitler. “El futbolista obrero”, le llamaron después de que, tras una importante lesión a los 31 años, propusiera seguir jugando en la Roma cobrando 1.000 euros al mes. Otro apodo era “el alma cándida”, por su bondad.
Con una lista apoyada por una amplia representación de los partidos del centroizquierda italiano, el Movimiento 5 Estrellas (M5E) y fuerzas centristas como Azione o +Europa, Tommasi venció por sorpresa con el 53,4% de los votos a Sboarina, que se frenó en el 46,6%. Su rival pagó la fractura interna que sufre la derecha italiana, que ni siquiera logró unirse en esta ciudad, puesto que Forza Italia de Berlusconi presentó a su propio candidato. En el trasfondo de la derrota de la derecha está justamente la feroz competencia entre Matteo Salvini, líder de la Liga, y Giorgia Meloni, de Hermanos de Italia, por el liderazgo de la coalición.
Verona puede ser un atisbo de esperanza para Enrico Letta, el secretario general del PD, que desea replicar esta gran alianza del “campo amplio” a escala nacional e intentar disputar las generales del año que viene a la derecha, la gran favorita en los sondeos. “Este resultado nos refuerza para el futuro en la construcción de un centroizquierda que gane también a escala nacional”, opinó Letta.c
El presunto autor del atentado de Oslo, descrito por la policía como un islamista de salud mental frágil, ha sido puesto en prisión provisional durante cuatro semanas. Identificado como Zaniar Matapour, el sospechoso, de 42 años, no podrá tener contacto (ni a través de visitas ni por correo) con el mundo exterior hasta el 25 de julio, según han decidido los tribunales de Oslo.
El noruego de origen iraní es el presunto autor de la muerte de dos hombres de 54 y 60 años y de haber herido a otras 21 personas al abrir fuego en las proximidades de un bar gay en el centro de la ciudad de Oslo. El ataque tuvo lugar la noche del viernes, en plena celebración de festividades vinculadas al colectivo LGTBI.
La policía noruega busca todavía determinar el móvil del ataque. Sospechoso de “acto terrorista”, homicidio y tentativa de homicidio, Zaniar Matapour rechaza hablar por el temor, según su abogado, a que las grabaciones en vídeo de su interrogatorio sean manipuladas por los investigadores.
Matapour deberá ser objeto de una observación preliminar de los expertos a fin de esclarecer cuál es su estado de salud mental y, en consonancia, su responsabilidad penal. En el radar de los servicios de información interior noruegos (PST), encargados de las operaciones de antiterrorismo desde el 2015, se sospecha que el autor del crimen forme parte de “una red islamista extremista”.
La policía dice trabajar con varias teorías: atentado de motivación ideológica, crimen de odio contra la comunidad homosexual, el gesto de un desequilibrado o la combinación de todos esos factores. El PST asegura no haber detectado “intenciones violentas” cuando los servicios de información le interrogaron hace un mes.c
Era un centrocampista diferente: escribió un libro sobre China y se batió contra el racismo
El PD aspira a replicar el éxito de la unidad del progresismo en las elecciones nacionales del año que viene