El fallo del aborto en EE.UU. sacude el orden mundial de los derechos
La sentencia alarma a la mayoría de los países avanzados y alienta a los líderes ultra
La sentencia del Tribunal Supremo contra el aborto libre no solo aumenta la ya alarmante polarización social y política dentro de Estados Unidos. También aparta al país del liderazgo en los avances en materia de derechos cívicos y humanos, como internacionalmente son hoy considerados los referidos a la reproducción y al control de las mujeres sobre su propio cuerpo. La resolución ha puesto en guardia a una mayoría de gobiernos integrados en la tendencia dominante hacia el reconocimiento y la despenalización del aborto, a la par que puede dar alas a un grupo minoritario de naciones en pleno retroceso al respecto.
“Organismos internacionales y tribunales de todo el mundo reconocen el aborto como una atención médica especial y un aspecto esencial de los derechos humanos fundamentales de las mujeres y las niñas”, subraya la presidenta del Centro para los Derechos Reproductivos de EE.UU., Nancy Northup. Y el fallo del Supremo es “una bola de demolición” sobre tal derecho.
La organización que lidera Northup recuerda que en los últimos decenios más de 50 países han liberalizado o ampliado el acceso al aborto. Argentina, Colombia, Irlanda y México son algunos de los últimos en hacerlo en Occidente. Y en Asia, India modificó hace dos años su ley sobre el procedimiento, legal desde hace medio siglo, para hacerlo más fácil y accesible pese a mantener límites en la capacidad decisoria de las mujeres.
Por el contrario, la persecución del aborto va a la baja en todo el planeta. Con su sentencia del viernes 24, la primera superpotencia occidental pasó a convertirse el viernes en uno de los únicos cuatro países del mundo en vetar o restringir fuertemente el derecho al aborto en los últimos 25 años, señala la organización de Nancy Northup en alusión a Polonia, Nicaragua y El Salvador.
La decisión del Supremo en Washington supone “un gran revés para los derechos de las mujeres y la igualdad de género”, dijo la responsable de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet. “Limitar el acceso al aborto no detiene a las personas que buscan someterse a este procedimiento; solo lo hace más mortal ”, declaró el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guamericana terres, a través de su portavoz, Stephane Dujarric. “La salud y los derechos sexuales y reproductivos son la base de los avances en cuanto a poder de elección, empoderamiento e igualdad para las mujeres y las niñas del mundo”, añadió Dujarric.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, consideró que el fallo aprobado por la mayoría ultraconservadora de seis a tres magistrados del Supremo estadounidense resulta “muy decepcionante”. Porque “hay que proteger los derechos de las mujeres. Y hubiera esperado que Estados Unidos lo hiciera”, afirmó.
El temor a que la demolición de ese derecho en la potencia norte
anime a otros países a seguir la misma senda, temor evidenciado por las movilizaciones ciudadanas y las advertencias públicas de activistas y dirigentes de todo el globo, está justificado.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, reaccionó ante la sentencia con un tuit en el que, junto a una foto suya sosteniendo a un bebé, pedía “que Dios continúe dando fuerza y sabiduría a quienes protegen la inocencia y el futuro de nuestros niños, en Brasil y en todo el mundo”. Justo la víspera del fallo en EE.UU, Bolsonaro se había indignado porque los médicos habían practicado un aborto a una niña de 11 años que había quedado embarazada por una violación.
En Alemania, los legisladores terminaron el mismo viernes con una ley nazi que prohibía la publicidad
Más de 50 países han liberalizado el aborto en los últimos decenios, y solo cuatro lo han vetado o restringido
Las capitales europeas se distancian del fallo, que Bolsonaro y otros ultras ponen como ejemplo que seguir