La Vanguardia (1ª edición)

Junts exige una negociació­n “real” y “con garantías” para volver al diálogo

JxCat replica a la invitación de Pedro Sánchez para que retornen a la mesa Un futuro geoestraté­gico sin complejos

- Iñaki Pardo Torregrosa Victòria Alsina

Dejar atrás la mesa de diálogo y entrar en una negociació­n “real” y “con garantías”, que haya un referéndum pactado y que antes de acabar la presente legislatur­a se apruebe en el Congreso de los Diputados una ley de Amnistía. Esas son las tres condicione­s de Junts per Catalunya para volver a sentarse con su socio y el Gobierno para abordar el conflicto catalán. De ese modo respondió ayer el portavoz y vicepresid­ente de la formación, Josep Rius, a la invitación de Pedro Sánchez para que JxCat retorne a la mesa, formulada en una entrevista publicada en La Vanguardia el lunes.

Por parte de Esquerra, Marta Vilalta aprovechó el impulso que supone el compromiso expresado por el jefe del Ejecutivo central, que abogó por que haya una nueva reunión de ese espacio “cuanto antes”, para reclamar a su socio que se una al “consenso” del diálogo, que sea “leal” a su acuerdo y que no lo “debilite” más con sus “críticas desde el sofá”.

Pero en JxCat conciben la actual mesa como un espacio “muerto” y una mera “foto” y consideran “imprescind­ible” que haya “un sistema de garantías” porque, según expresó Rius, “el PSOE no es de fiar”. “Es un Gobierno que no cumple inversione­s en los presupuest­os, espía y no asume las responsabi­lidades que le correspond­e”, añadió. “El Parlament ha previsto ya esas garantías

Hpara que sea un proceso de negociació­n real y efectivo y no solo una foto. Es una mesa que no se reúne, una mesa de silencio y mesa silenciado­ra porque hace creer que el conflicto está resuelto y no existe”, concluyó el dirigente de Junts, que no aclaró si cuando hablaba de garantías se refería a la figura del mediador, que estuvo presente en la anterior legislatur­a como condición indispensa­ble.

Sea como sea, desde JxCat entienden que la invitación de Sánchez es una “rectificac­ión” al veto que achacan a Pere Aragonès por oy arranca la cumbre de la OTAN, la reunión formal de los jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de la Alianza Atlántica. No será una cumbre convencion­al. La locura y los delirios imperialis­tas de un autócrata han propiciado un conflicto bélico en territorio europeo que ya hace demasiados meses que dura.

Con su guerra de agresión, el Kremlin ha conseguido unir a los aliados occidental­es y revitaliza­r la Alianza Atlántica, que ha encontrado una nueva raison d’être .De hecho, de esta cumbre saldrá la adopción de un nuevo concepto estratégic­o, que sustituirá el que se adoptó en la cumbre de Lisboa del 2010, para afrontar los nuevos retos a que hace frente la Alianza de cara al futuro.

La invasión ilegal que sufre Ucrania demuestra que la Alianza Atlántica es un actor insustitui­ble dentro del panorama de seguridad continenta­l, especialme­nte vistas las limitacion­es prácticas de la llamada autonomía estratégic­a europea. Los europeos que queremos la paz en nuestro continente tenemos que tener claro que si Rusia no ha tenido la tentación de atacar a Estonia o Letonia, con quienes comparte frontera, es en gran medida porque estos países se encuentran bajo el paraguas de seguridad de la OTAN.

Enestahora­grave,lospaísesq­uevivende la delegación de Junts, que incluía a dirigentes de la ejecutiva que no estaban en el Govern –Jordi Turull, Jordi Sànchez, la diputada Míriam Nogueras y el vicepresid­ente del Ejecutivo catalán, Jordi Puigneró–. Aunque Sànchez, ex secretario general, ya no está en la dirección, el partido no ha cambiado por ahora la composició­n. A juicio de Rius, las declaracio­nes del presidente del Gobierno “constatan el fracaso de esa mesa de diálogo entre ERC y PSOE”. “No se ha reunido, y fue un error vetar la presencia de Junts, sin

Consellera de Acció Exterior cerca la amenaza expansioni­sta rusa han puesto en valor la importanci­a y la utilidad de la Alianza. Finlandia y Suecia, dos de los países más desarrolla­dos de Europa y referentes en materia de progreso y bienestar, entregaron el pasado 18 de mayo las cartas oficiales de solicitud para incorporar­se a la OTAN. Finlandia ha pasado de referente en neutralida­d (una neutralida­d impuesta) a contar con un apoyo popular del 76% a favor de formar parte de la Alianza.

Nos encontramo­s de lleno en lo que en políticas públicas se llama critical juncture, o coyuntura crítica. El paso que han dado Suecia y Finlandia, que esperamos

Junts no hay solución”, añadió el portavoz, que advierte que no harán “nada para blanquear” un foro que “ha fracasado y está muerto”. “Si dejamos la mesa y entramos en un proceso de negociació­n, estaremos”, contrapuso.

Los republican­os, en cambio, ven el asunto de otra forma e hicieron un nuevo llamamient­o a sus compañeros de viaje para que se “levanten del sofá en el que algunos están instalados en la crítica inútil”. “Volvemos a conminar a Junts a que cumplan con lo que se comprometi­eron en el acuerdo pueda ser ratificado tan pronto como sea posible, puede tener un gran impacto en la fijación de posicionam­ientos, el diseño de políticas o el rumbo institucio­nal de otros actores u organizaci­ones. Como consellera de Acció Exterior del Govern, estoy convencida de que esta ventana de oportunida­d que se abre la tenemos que aprovechar, también, desde Catalunya.

En nuestro país, por historia y por convencimi­ento, somos antimilita­ristas. Catalunya es referente en cultura de la paz, y contamos con una amplia constelaci­ón de organizaci­ones que hacen una tarea ingente de sensibiliz­ación, defensa y promoción de los derechos humanos. Estamos orgullosos de esta tradición y trabajamos, desde las políticas de cooperació­n en el desarrollo del Govern, para reforzarla. No hay que confundir, sin embargo, antimilita­rismo con una concepción ingenua de las relaciones internacio­nales y de la balanza de poder que determina la geopolític­a.

El 12 de marzo de 1986, un 51% de los catalanes votó a favor de abandonar a la OTAN. Han cambiado mucho las cosas desde entonces. Una diferencia significat­iva es que, ahora, millones de catalanes defienden la independen­cia de Catalunya. Querer ser un Estado implica ser capaz de defender tu ciudadanía de amenazas externas. Hoy, tan solo un partido reivindica abiertamen­te su rechazo a la Alianza, pero todavía hay mucho trabajo que hacer para de investidur­a: estar en el proceso de negociació­n, respetarlo, ayudar e intentar que funcione”, destacó Vilalta, que también pidió a JxCat que “deje de debilitar el proyecto independen­tista” y se sume a la mesa para “hacer más fuerte” a la parte catalana: “Que dejen de criticar y desgastar al independen­tismo, al Govern y a su presidente, porque no es leal ni responsabl­e ni ayuda a ganar”, zanjó.

En lo que afecta a la Moncloa, Vilalta apostó por “pasar a la fase de concrecion­es y hechos” y dejar atrás “palabras y compromiso­s bonitos”, y reclamó que la reunión entre presidente­s se produzca “cuanto antes” para así “construir la confianza necesaria y retomar el proceso negociador”.

Por otra parte, JxCat volvió a

ERC pide a su socio que deje de criticar ese foro “desde el sofá” y que sea “leal” al acuerdo de legislatur­a

censurar a la consellera de la Presidènci­a, la republican­a Laura Vilagrà, por la reunión de la semana pasada con el ministro Félix Bolaños en Madrid, que tildaron de “unilateral”. “Cuando las reuniones son de Govern, en un Govern de coalición, las posiciones se fijan entre los dos socios. Este es un elemento que no se dio con la consellera Vilagrà y el ministro Bolaños”, resumió Rius. “Para Junts las relaciones que no sean técnicas siguen congeladas mientras no haya ninguna explicació­n y una comisión de investigac­ión en el Congreso”, sentenció. Sobre este punto, ERC recordó que también el conseller de Economia i Hisenda, Jaume Giró (Junts), mantuvo un breve encuentro con la ministra Nadia Calviño.c que en este país se lleve a cabo un debate reposado sobre seguridad y defensa.

Si los suecos y los finlandese­s apuestan de manera abrumadora por incorporar­se a la OTAN en pleno 2022; si la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, que gobierna con los Verdes, defiende que “formar parte de la OTAN sería un pilar fundamenta­l de las políticas de seguridad de una Escocia independie­nte”, ¿por qué nos incomoda tanto, a los catalanes, hablar de la Alianza Atlántica y de su papel primordial para el

 ?? Mariona Puig / ACN ?? Josep Rius, portavoz y vicepresid­ente de JxCat, durante la rueda de prensa de ayer
Mariona Puig / ACN Josep Rius, portavoz y vicepresid­ente de JxCat, durante la rueda de prensa de ayer

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