El emperador mundial de las gafas
el menor de cuatro hermanos, y huérfano de padre, Leonardo Del Vecchio pasó su infancia en un orfanato milanés. su madre debía trabajar y no tenía a nadie con quien dejarlo. Pese a nacer sin nada, Del Vecchio falleció ayer a los 87 años como el segundo hombre más rico de italia, solamente por detrás de Giovanni Ferrero, el rey de nutella. era el presidente ejecutivo de essilorLuxottica, dueña de las icónicas gafas ray-Ban y oakley, y deja un patrimonio valorado en 27.000 millones de euros, según la revista Forbes.
La historia de Leonardo Del Vecchio es digna de un guion de Hollywood. nacido en Milán en 1935, los siete años que pasó en el orfanato Martinitt le sirvieron para formar un “carácter de acero”, escribe tommaso ebhardt en una biografía autorizada. a los 14 años se puso a trabajar y a estudiar a la vez, y con 26 se mudó a agordo, en las montañas de Belluno, que terminarían siendo la capital mundial de las gafas. allí fundó Luxottica en 1961, que comenzó como una pequeña fábrica de monturas, en unas tierras ofrecidas por la comunidad a quienes quisieran llevar empleo a la zona.
a finales de los años sesenta, Luxottica ya había empezado a producir sus propios diseños. en los setenta, se lanzó a la distribución y la venta al detalle. en los ochenta, Del Vecchio ya compraba empresas en estados unidos. en los noventa, entró en la Bolsa de nueva York. su primer salto internacional fue en 1981, cuando compró la francesa avantgarde. Después alcanzó acuerdos con marcas de lujo como armani, Chanel, Bulgari, Prada o Valentino. “Leonardo, tantas discusiones, tantas conversaciones, tanta honestidad para hacer realidad nuestros sueños”, recordaba ayer Giorgio armani, refiriéndose al momento en que entendieron que las gafas podían ser complementos de moda indispensables y no solo funcionales. Fue en 1999 cuando se hizo con ray-Ban por 640 millones de dólares. Luego adquirió otro gigante,