El festival austriaco tiene 66 millones de euros de presupuesto; Aix-en-Provence, 23, y Granada, 3,3...
Tras la pandemia no ha regresado el público internacional, pero la taquilla recauda ya más de un millón de euros
)s belleF ust La violinista alemana prosigue el diálogo Bach-Kurtág que propone el festival. En el Patio de los Arrayanes
i P g6s La bailaora y coreógrafa sevillana trae su recién estrenada De Scheherezade .Enel Teatro del Generalife
/lb6ni8 evisit do Con motivo del centenario del I Concurso de Cante Jondo sonará El Albaicín, de Iberia, orquestada por Francisco Guerrero,y también un encargo de festival a Mauricio Sotelo, Cantes antiguos del flamenco, para viola solista y orquesta :lade Granada con su Academia y Tabea Zimmermann. JeanGuihen Queyras tocará al cello El Quixote de Strauss. Palacio de Carlos V
F n9Pete :i;;e < ; nn interpreta al violín la tardía y esencialista Sonata
que Brahms escribió para clarinete (aunque dejó otra versión para la viola)
B llet= cion lde Esloveni Desde la Ópera de Liubliana llega el primer Corsario del festival
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Berlioz en el atril: El corsario del poema de Bayron, Les nuits d’été en la voz de Véronique Gens y la Sinfonía Fantástica. Dirige Kazuki Yamada
?uli nn /vdeev La pianista moscovita debuta en el festival conectando Bach con Shostakóvich
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Fil ;Bnic de5onte F dine CPi es conl LondonGC;HhonC Antonio Moral reúne por primera vez a la orquesta londinense con la batuta de John Eliot Gardiner y el piano de Maria João Pires. El primer día sonará el Beethoven menos difundido: Obertura Leonora II, Concierto núm 3 y 4ª Sinfonía. El segundo, la 2ª de Chaikovski (escrita en Ucrania), Entr’acte nº 3 de Rosamunde de Schubert y el último de los 27 conciertos para piano de Mozart tiempo con un diálogo entre la modernidad de Bach y su influencia sobre músicos posteriores, como Kurtág. Al atardecer, y tras un paseo por la Alhambra, es el mítico Grigory Sokolov el que deja balbuceante al aficionado que se ha acercado a escuchar su desarmante Brahms o su colosal Beethoven en el Auditorio Manuel de Falla. A continuación, y deambulando con paso firme llegamos a tiempo al recital de la soprano Vivica Genaux que acompañada de guitarra explora con finura el arte de la variación vocal. El éxtasis en el patio de los Arrayanes es total. A la mañana siguiente, María Pagés recoge la medalla de Oro del festival de manos de la otra reciente premio Princesa de Asturias, Carmen Linares. Su pareja, el dramaturgo El Arbi El Harti, se explaya en un aparte sobre el arte de los nazaríes: “Salían del desierto y adoptaba civilizaciones que convertían en paradigma de la espiritualidad. No emanan de la nada, heredan de los omeyas y los abbasíes. Continúan una investigación en torno a espacio tiempo y siempre con una misión mística”. La cuestión es cómo se puede lastrar la proyección internacional de un festival con una imagen de marca de 139 años, en el que hace un siglo Lorca y Falla fundaron el flamenco moderno. Acaso la fórmula del consorcio que propició la aparición de las comunidades autónomas haya dejado el proyecto en manos de todos y en la de nadie. ¿Otro proyecto internacional que se vuelve más local?c iIJ+rKibl+s JLr ll+Mar