Turquía también se alinea

El cierre de filas de la OTAN contra Rusia es aún mayor de lo que se podía esperar. No estaba nada claro que Turquía fuera a dar su brazo a torcer para aceptar el ingreso a la organización de Finlandia y Suecia, y este era uno de los pocos puntos que tratar en la cumbre de Madrid que no había podido ser acordado por los equipos diplomáticos de cada país en las jornadas previas. En este tipo de reuniones, los líderes europeos utilizan el término endosar en lugar de aprobar porque muchos de los asuntos ya han recibido el visto bueno y se trata solo de formalizar el acuerdo de forma pública.

Turquía ponía muchas trabas al ingreso de Suecia por la buena relación de este país con las minorías kurdas. El Gobierno de Recep Tayyip Erdogan es conocido por su política de geometría variable, que le permite ser miembro de la OTAN y mantener relaciones privilegiadas con Rusia. Como se sabe, con una mano se puede permitir el lujo de armar a Ucrania con drones fabricados en su país que están destruyendo tanques y blindados rusos y con la otra adquiere antimisiles al mismísimo Gobierno de Vladimir Putin, con el lógico enfado estadounidense.

Fue el propio Pedro Sánchez quien echó agua al vino en la inauguración de la cumbre por la mañana al afirmar que probablemente Finlandia y Suecia se unirían a la Alianza Atlántica, pero que no sabía cuándo. “Si no puede ser ahora, tal vez más tarde”. Uno de los puntos que desvelar ahora es saber qué ha ganado Turquía a cambio de su apoyo a este ingreso. Seguro que no será algo menor teniendo en cuenta que la decisión supone un alineamiento claro y contundente de Turquía frente a Rusia, que había amenazado con represalias si esta adhesión se formalizaba.

El ingreso de ambos países será rápido. No tiene nada que ver con los mecanismos burocráticos de la UE. Finlandia y Suecia tardarán solo meses en entrar en la OTAN, mientras que Ucrania puedetardaraúnmuchosañosantesdeentrarenelgrupodelaEuropa de los 27. La verdad es que la cumbre de

Madrid va a ser aún mucho más histórica de lo que se preveía. Y todo eso sin contar con la foto de Joe Biden y Pedro

Sánchez. Pero eso es otro capítulo que tendrá también consecuencias.