Rectificar es de sabios

Si algo se ha aprendido de las políticas dirigidas a estrangular la circulación de vehículos, es que conllevan más retenciones, más contaminación y más malestar ciudadano. La Generalitat decidió pintar un carril bus en la C-31 entre Montgat y Badalona, restando un carril de circulación al resto de vehículos. El resultado ha sido la cronificación de hasta cuatro kilómetros de colas en ese tramo. Vista la experiencia negativa, parece más acertada la propuesta que llega ahora de habilitar un carril bus adicional en la B-23 entre Sant Feliu de Llobregat y la avenida Diagonal de Barcelona. En esta ocasión, no se resta ningún carril a este tramo tan congestionado a diario, sino que se apuesta por habilitarlo en el espacio que queda en las medianas que hay entre los dos sentidos de circulación. De esta manera, se amplía y no se reduce la capacidad de la vía. Además se da respuesta a la reclamación de una mejora de la conectividad del transporte público, que puede ganar tiempo en el desplazamiento y ser más atractivo como alternativa al coche.c