Erdogan levanta el veto a la adhesión de Suecia y Finlandia
La OTAN llama al mundo a unirse contra Rusia y critica la actitud de China
El memorándum con Suecia y Finlandia recoge las principales demandas de Turquía sobre terrorismo
Una sensación de alivio y euforia recorrió ayer el salón del Palacio Real de Madrid cuando llegó la noticia de la fumata blanca en las negociaciones entre Turquía, Suecia y Finlandia sobre la adhesión de los países nórdicos a la OTAN, que hoy inicia en Madrid una cumbre calificada de “histórica” y “crucial”. La organización se prepara para su novena ampliación, una decisión histórica por parte de dos países con una larga tradición de neutralidad que añadirá 1.300 kilómetros de frontera de la Alianza con Rusia.
Como si de una cuidada coreografía o un guion de cine se tratara, al mismo tiempo que los reyes de España recibían a decenas de jefes de Estado y de Gobierno en el Palacio Real para asistir a la cena de gala que precedió a la cumbre, los líderes de Turquía, Suecia y
Finlandia sellaban el acuerdo que, in extremis, ha despejado el único nubarrón capaz de ensombrecer la cita de los aliados. Poco después, en el Palacio de Santa Cruz, sede del Ministerio de Exteriores español, el embajador de Turquía era recibido con un aplauso cerrado por sus colegas al llegar, tarde, a la cena, explicaron fuentes diplomáticas.
A diferencia de las cumbres de la Unión Europea, cuyo final siempre es hasta cierto punto imprevisible, la Alianza Atlántica tiene la costumbre de llegar a sus encuentros al más alto nivel como el que hoy se inaugura en Madrid con todo prácticamente atado, sin margen para sorpresas. El único cabo suelto, no menor, era el veto de Turquía a la adhesión de Suecia y Finlandia, pero las negociaciones contra reloj auspiciadas por el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dieron sus frutos a última hora.
Los ministros de Exteriores de Turquía, Suecia y Finlandia firmaron en Madrid un memorándum de cooperación que recoge las principales demandas del presidente Recep Tayyip Erdogan a los países nórdicos y que le permitió levantar su veto a las conversaciones de adhesión, un proceso que se prevé excepcionalmente breve dada la estrecha cooperación que ya existe con la OTAN.
El documento sellado en Madrid recoge el compromiso de Estocolmo y Helsinki de levantar el embargo de armas contra Ankara, revisar su legislación antiterrorista y firmar sendos tratados de extradición con Turquía, redoblar la lucha contra el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), además de “respaldarse plenamente” frente a las amenazas a la seguridad nacional.
“La decisión confirma que la puerta de la OTAN está abierta y es justamente lo contrario de lo que pretendía el presidente Vladímir Putin con los acuerdos de seguridad que nos propuso”, resaltó, exultante, el secretario general de la organización militar, de nacionalidad noruega. “El mensaje que enviamos es que todos los países tienen derecho a elegir su propio camino”, dijo. El ingreso de Suecia y Finlandia “los convertirá en países más seguros, hará más fuerte a la OTAN y aumentará la seguridad en toda el área transatlántica”, destacó Stoltenberg.
El secretario general de la Alianza recorrió ayer junto con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, las estancias del recinto ferial de Ifema, a las afueras de Madrid, habilitadas para alojar la cumbre y se fotografiaron juntos bajo El abrazo. El icónico cuadro de Juan Genovés, obra clave de la Transición política española, preside una de las salas de reuniones de la cumbre, la cita con mayor número de jefes de Estado y de Gobierno de la historia de la OTAN, que pretende precisamente demostrar a Moscú la unidad de los aliados y que ayer se inauguró con llamamientos al mundo –y en particular a China– a unirse al abrazo euroatlántico
Stoltenberg: “La decisión sobre Suecia y Finlandia confirma que la puerta de la OTAN está abierta”