El SNP tiene el monopolio del poder en Escocia
■ El Partido Nacional de Escocia (SNP), desafiando las leyes de la gravedad política, lleva quince años en el poder sin perspectiva alguna de que vaya a ser desbancado. Se ha convertido en la fuerza dominante, en parte por su propio éxito y en parte por la desintegración de sus dos principales rivales, el Labour (víctima de la impopularidad del centrismo y el giro a la derecha de Tony Blair en un país esencialmente colectivista), y los conservadores (que pagan el precio de la impopularidad de Margaret Thatcher y del nacionalismo inglés de Boris Johnson). A pesar de problemas en la sanidad, la educación y los servicios públicos, la mayoría de los votantes ven al SNP como un gestor eficaz del país. En las últimas elecciones autonómicas se quedó a un solo escaño de la mayoría absoluta y gobierna en coalición con los Verdes. Tal es su dominio que, si pidiera un mandato para la independencia sin necesidad de un referéndum, podría obtenerlo.