El borrador sobre los VTC disgusta al sector, taxis y AMB
La regulación que prepara el Govern es muy restrictiva para unos y demasiado laxa para otros
Descontento generalizado. El decreto ley en el que trabaja el Govern para regular los VTC no gusta al propio sector de los vehículos de alquiler con conductor, ni al del taxi, ni tampoco a la Administración local de Barcelona y su entorno. A juicio de los primeros, el borrador (véase La Vanguardia de ayer) limita su actividad y coarta la libertad de los usuarios para elegir el servicio que más les convenga. Para los segundos, todo lo contrario: autoriza unos vehículos que ven como una amenaza para su supervivencia, un argumento este último compartido por el Àrea Metropolitana (AMB), que urge a la Generalitat a presentar un nuevo texto.
En el sector de los VTC se censura que habiendo unas 4.000 licencias de este servicio domiciliadas en Catalunya sólo se permita trabajar en ámbitos urbanos a las que tengan un coche asignado en los últimos seis meses. Esto rebajaría el número de autorizaciones a unas 3.000 como máximo, aunque la Generalitat estima que a la hora de la verdad serían alrededor de 1.500, más o menos las mismas que están funcionamiento en estos momentos. “Pedimos seguridad jurídica para que todos los titulares puedan seguir con normalidad”, manifestó ayer José Manuel Berzal, presidente de la patronal Unauto VTC. “La demanda está creciendo –recordó-, y el taxi no la puede satisfacer por sí solo; los usuarios quieren nuestros servicios y el Govern no puede ir en sentido