El Parlament convalida el decreto sobre el catalán
El Parlament convalidó
● ayer, con los votos de ERC, Junts y En Comú Podem, el decreto ley del Govern que fija los criterios de los proyectos lingüísticos de los centros educativos, en el que se rechaza cualquier parámetro numérico o porcentaje para las lenguas oficiales en las escuelas. La norma salió adelante con un apoyo menor que la ley sobre el uso y el aprendizaje de las lenguas oficiales en la enseñanza no universitaria, de la que emana este decreto, una norma que fija el uso del catalán como lengua vehicular y del castellano como lengua “de uso curricular”, y que sí contó con el aval del PSC. La convalidación del decreto era un secreto a voces. Fue un empeño de JxCat, a quien los comunes prometieron apoyar si Junts se avenía a volver al consenso del que se bajó en marzo, horas después de rubricar el acuerdo primigenio para reforma la ley de Política Lingüística. El consenso se reeditó en torno a la nueva ley, que se consensuó a finales de mayo entre los cuatro grupos parlamentarios. A diferencia de esta ley, el decreto convalidado ayer obvia el castellano, fija la “inaplicación” de porcentajes en las aulas y atribuye a la Conselleria d’Educació la potestad de validar los proyectos lingüísticos de los centros. De hecho, los socios del Govern sostienen que este decreto está pensado para que el conseller del ramo, Josep Gonzàlez-Cambray, asuma la responsabilidad y blinde a los directivos y docentes de los centros educativos frente a las “injerencias judiciales”, en referencia a la sentencia del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya que fija al menos un 25% de castellano en las aulas. El PSC lo ve un “desafío innecesario” al tribunal. / político” catalán, lamentan fuentes de Presidència. En el Govern creen que el PSC intenta hacer ver que no hay diálogo, “cuando, por ejemplo, nos hemos reunido con el eurodiputado Javi López (del PSC) en Bruselas para hablar de los grandes consensos de país en clave europea”.
Así pues, si no cambian las cosas, la mesa de partidos catalanes, ideada por el Partido Socialista en el 2018, seguirá habiéndose convocado solo durante el mandato de Quim Torra. Los resultados de los pocos encuentros que se produjeron fueron casi nulos, y el PP, Ciudadanos y la CUP rechazaron siempre presentarse.
Sea como fuere, ayer Aragonès intentó volver a tender puentes con la CUP y los comunes y aparcó las diferencias con Junts, después de que los posconvergentes se quejaran amargamente porque, aseguran, no se les informa con antelación de los encuentros a nivel de Govern, como el de la semana pasada en Madrid entre la consellera de Presidència, Laura Vilagrà, y su homólogo en la Moncloa, Félix Bolaños.
Ayer, Jaume Giró, conseller de Economia, anunció que abría los contactos con los grupos parlamentarios para tratar los presupuestos del 2023. Cuperos y comunes ven aquí la razón del acercamiento de Aragonès.c