La Cambra debe recuperar su función
El Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) ha rechazado el recurso de la Generalitat contra una anterior sentencia que anuló el decreto del 2018 sobre el régimen electoral de las cámaras de comercio catalanas. Esta decisión judicial, que se suma a una previa del Tribunal Supremo en la misma línea, significa en última instancia la nulidad de las elecciones de la Cambra de Comerç de Barcelona en las que la candidatura Eines de País, promovida por la independentista Assemblea Nacional Catalana, se hizo en el 2019 con el control de esta centenaria institución dedicada a velar por el interés general de la empresa y el comercio catalanes.
La decisión del TSJC se dio a conocer ayer pocas horas antes del inicio de un pleno de la Cambra que ya se anunciaba tormentoso. Entre otras razones porque en su orden del día se incluía la aprobación de una declaración de apoyo al Consell de la República liderado por el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, residente en Bélgica; también la supresión de la corona borbónica del escudo de la institución, y una reforma estatutaria que tenía por objeto reducir a dos, partiendo de un máximo de catorce, las llamadas sillas de plata, los escaños con voto habitualmente atribuidos a empresas relevantes a cambio de una aportación económica.
En el pleno de ayer de la Cambra la mayoría independentista impuso la aprobación de los puntos mencionados, con la previsible oposición de grandes corporaciones como CaixaBank, Criteria o Banc Sabadell y de otros destacados representantes empresariales. El ambiente estuvo inusualmente enrarecido, a consecuencia de distintos factores. Por una parte, la percepción, muy extendida, de que el actual equipo de gobierno ha quedado deslegitimado tras las sucesivas decisiones judiciales, lo que reduciría su margen de maniobra a la convocatoria de nuevas elecciones, y le acercaría, si ignorara tales decisiones, a posibles responsabilidades penales. Y, por otra, la sensación de que el citado equipo estaba desnaturalizando la Cambra de Comerç de Barcelona, que no debe convertirse en ningún caso en una correa de transmisión de un partido, sino priorizar siempre su labor al servicio del conjunto de la empresa y el comercio catalanes. Esa es su razón de ser. No la de subordinar a causas partidistas, que ya tienen sus foros para expresarse, las funciones para las que fue creada y que durante tantos años ha desempeñado de modo satisfactorio para todos.c
El actual equipo de gobierno no puede ignorar las decisiones judiciales