Barcelona aprieta el cerco en torno al negocio de los bicitaxis La presión municipal obliga a los conductores a abandonar los enclaves más turísticos
una quincena de sanciones fueron suficiente para que los bicitaxistas creyeran la advertencia. Además, los dispositivos policiales cambian cada día de escenario, la tramitación de los expedientes es tremendamente detallada a fin de que los propietarios tarden meses en recuperar sus vehículos, el Consistorio ultima un decreto para ampliar las restricciones más allá de los distritos de Ciutat Vella y Sant Martí y vetar esta actividad en la avenida Paral·lel, el Quadrat d’Or del Eixample y los alrededores del Camp Nou, del Park Güell y de la Sagrada Família...
“Así tratamos de convencerles de que han de cambiar de ocupación,
El Ayuntamiento trata de hacer comprender a los bicitaxistas que su ocupación ya no tiene futuro
que este no es modo de ganarse la vida –abunda el primer teniente de alcalde, el socialista Jaume Collboni–. También pondremos en marcha los servicios de reorientación laboral. Estamos la espera de que la Generalitat, que tiene las competencias en materia de transporte de pasajeros, prohíba de manera específica este negocio. No aporta nada a la ciudad, solo genera problemas. Si queremos un modelo turístico sostenible tenemos que desterrarlo. Otra cosa es el vehículo, cuyo uso puede tener otras finalidades. La ilegalidad está enquistada, a pesar de que desde el 2019 la Guardia Urbana decomisó un millar de bicitaxis y puso unas 1.400 multas”.
Y cada día que pasa Abdul está más convencido de que pronto volverá a dedicarse a la venta ambulante de pareos en los arenales de la Barceloneta, y también al alquiler de sombrillas descuajaringadas. Muy pocos en este gremio tienen permiso de trabajo.
“La verdad es que estos días dejaron de verse –dice Manel Martínez, de la asociación de vecinos de la Barceloneta–, y no únicamente circulando... tampoco aparcados en las plazas reservadas para los vecinos, ni cargando las baterías de cualquier modo en cualquier bajo, ni... ¡a lo mejor ves uno por la