Y el crío imparte lecciones
Carlos Alcaraz se crece en su segunda cita para arrollar a Tallon Griekspoor y se cruza con Oscar Otte; Novak Djokovic apenas halla oposición en Kokkinakis
lla acomodo Griekspoor, cuya estrategia parece errónea. Se tira atrás e intenta alargar los puntos, escenario perfecto para las travesuras de Alcaraz.
Se suceden las dejadas y las voleas de Alcaraz, que exprime la distancia que le regala Griekspoor: el neerlandés no alcanza los golpes cortados del rival.
Alcaraz se adueña del partido, marca los tempos, decide cuándo toca el saque-volea, o el peloteo largo, o la dejada, despliega un tenis alegre y fresco, y cuando se confunde –si se confunde– se corrige al decirse:
–Convencido, convencido. Baja definitivamente el sol cuando el murciano, la revelación del año, desconfigura definitivamente a Griekspoor (6-4, 7-6 (0) y 6-3, en 2h05m) y se planta en la tercera ronda, donde le espera
Alcaraz manda, marca los tempos, decide cuándo toca el saquevolea, o el peloteo largo, o la dejada