Pacifismo versus seguridad
La invasión rusa de Ucrania está cambiando la opinión de muchos ciudadanos, que anteponen el concepto de seguridad y bienestar a cualquier otro. En España, donde acaba de celebrarse una histórica cumbre de la OTAN, es significativo destacar que un 70% de los ciudadanos considera beneficiosa la pertenencia a esta organización, frente a un 50% que lo pensaba así hace veinte años, según una encuesta de Metroscopia. Otro dato: tres de cada cuatro españoles estarían a favor hoy de la creación de un ejército europeo que unificara las distintas fuerzas militares de cada país.
LarealidadesqueelacuerdoanunciadoestasemanaentreEE.UU.y España para la ampliación de la base de Rota apenas ha generado protestas. Los tiempos de las manifestaciones con el tan cacareado lema de “OTAN no, bases fuera” parece que forman parte del pasado. En esta línea, Pedro Sánchez se ha comprometido con la UE y la OTAN a ampliar de forma progresiva el presupuesto de defensa hasta llegar al 2% del PIB en el 2029, aunque habría que ver quién mandará en España en aquella fecha. El presidente español pide un debate a fondo en la izquierda sobre la necesidad de mejorar la disuasión. La guerra iniciada por Vladímir Putin está causando el rearme –nunca mejor dicho– ideológico de los partidarios de que haya una mayor inversión militar.
Al mismo tiempo, otro gran valor de la izquierda, el ecologismo, también está sufriendo las consecuencias de la guerra. La dependencia energética del gas ruso ha provocado que diferentes países europeos como Alemania, Holanda o Austria no tengan ningún reparo en volver a plantearse quemar carbón como alternativa a la de cerrar sus fábricas por falta de suministro. Cumplir con los acuerdos internacionales contra la crisis climática será cada vez más difícil. Solo faltaba la sentencia, conocida ayer, del Tribunal Supremo de Estados Unidos que restringe las facultades de la Administración de Joe Biden para luchar contra el cambio climático. Los mismos jueces que suprimieron el derecho al aborto consideran que las agencias de protección ambiental no tienen potestad para imponer sus decisiones. El ecologismo y el pacifismo se ven amenazados por la realpolitik.
Que la economía no se pare y que los ejércitos sean bien fuertes se imponen como principales objetivos.