Draghi, ausente el último día de la cumbre atlántica por las tensiones en Italia
La imagen era muy elocuente: el primer ministro italiano, Mario Draghi, sentado en solitario en un banco del Museo del Prado llamando por teléfono, mientras el resto de los mandatarios invitados a la cena como parte de la cumbre de la OTAN hablan animadamente. Poco después, Draghi tuvo que tomar un avión a toda prisa para regresar un día antes de lo previsto a Italia, donde su coalición se tambaleaba por las críticas del Movimiento 5 Estrellas (M5E).
La explicación oficial de la ausencia al último día de trabajos de Madrid es que el primer ministro quería preparar a conciencia el Consejo de Ministros de ayer, donde se prorrogaron las medidas para suavizar el encarecimiento de las facturas energéticas. Sin embargo, su marcha precipitada coincidió con fuertes tensiones en su coalición, especialmente con los grillini. Su líder, Giuseppe Conte, acusó a Draghi de entrometerse cuando se publicó una supuesta conversación con el fundador