La Vanguardia (1ª edición)

PP de Catalunya

- Carmen del Riego

Elías Bendodo (Málaga, 1974) apura sus últimos días como consejero de la Presidenci­a de la Junta de Andalucía dando las gracias a los andaluces por el apoyo en las elecciones. Su trabajo estará ahora en la calle Génova de Madrid.

¿Ha digerido el PP el resultado de las elecciones andaluzas?

Sí. Hay que dedicarle diez minutos a celebrar la victoria, un día a asumir la responsabi­lidad, y el resto de la legislatur­a a no defraudar.

¿Cuál fue la clave del éxito?

Se hizo una campaña limpia, positiva, constructi­va, sin insultos. Contamos lo que hemos hecho y lo que queremos hacer. Ha sido una campaña big data, microsegme­ntada. En la primera semana de campaña sumamos casi tres puntos y en la segunda, el tirón a la mayoría absoluta.

¿Con ese diseño se pueden ganar unas generales?

Las generales serán cuando le interese a Sánchez, no a los españoles. El PP siempre ganó y gobernó desde el centro y unido. Cuando se disfraza, pierde. Los españoles llaman al PP cuando el PSOE gasta el dinero de todos, como ahora.

Antes están las municipale­s, ¿serán claves?

Lo más difícil de torcer, en política, son las tendencias, y los españoles ya tienen las ideas claras. Trabajamos ya en ganar esas elecciones, que deben ser la antesala a que Feijóo sea presidente del gobierno. Feijóo ha conseguido que la gente no le vea como oposición, sino como alternativ­a. Sánchez entró en la trinchera y es imposible salir vivo del fuego amigo. Un presidente que dedica el 50% del tiempo a resistir y el otro 50 a gestionar la oposición interna, no tiene tiempo para gestionar los problemas de los españoles.

“Más que una refundació­n necesita reconectar con una mayoría moderada”

El presidente “Sánchez no puede salir a la calle como un ciudadano normal, es un extraterre­stre”

El PP se ha librado de Vox en Andalucía. ¿Es el enemigo a batir, o se pueden entender?

El PP tiene la obligación de salir a ganar todas las elecciones, con el mejor resultado posible, y no descartar nada. Va a depender de la capacidad que tengamos de trasmitir un mensaje en el que se nos vea como alternativ­a de gobierno.

¿Qué pensó al oír al vicepresid­ente de la Junta de Castilla y León, de Vox, decir que la despoblaci­ón es por la hipersexua­lización?

Qué quiere que le diga… La despoblaci­ón no se produciría si hubiera empleo en los municipios pequeños. Lo otro, yo creo que es…

¿Puede el PP gobernar con personas que piensan así?

Feijóo tiene capacidad, por su talante, de hablar con todos y pactar con casi todos. Con los herederos de ETA y los que quieren romper España no creo que sea posible. Los ciudadanos demandan entendimie­nto y nosotros creemos que se consigue más con diálogo que con confrontac­ión.

¿Se ha olvidado el PP de la guerra cultural?

La política tiene que ser práctica.

Debe priorizar y conocer las prioridade­s de los ciudadanos, a los que hoy solo les preocupa llegar a fin de mes. No la ley de Memoria Democrátic­a, ni otras leyes ideológica­s. A los españoles les preocupa la inflación al 10,2 y las prioridade­s del Gobierno son opuestas, por eso Sánchez no puede salir a la calle, porque es un extraterre­stre. Pedro el furioso reacciona de forma insospecha­da ante situacione­s que le incomodan.

¿Priorizar la gestión es suficiente para Catalunya?

Sin duda. Catalunya ha sido la tierra más próspera de España, referente y pulmón económico, pero el independen­tismo la ha empobrecid­o, priorizand­o lo ideológico sobre el emprendimi­ento. Ha condenado a Catalunya al retroceso económico, y los catalanes van a tener que elegir entre independen­tismo y progreso económico. El independen­tismo chupa la sangre a los catalanes. El PP debe tener un proyecto para seducir a una mayoría moderada, desengañad­a con el independen­tismo.

¿Debe refundarse el PPC?

Más que refundació­n necesita reconectar con el electorado constituci­onalista de Catalunya, que es mucho, y seducir a una mayoría moderada que está muy desengañad­a con el independen­tismo. Se trata de ideas y de personas, pero el PP debe ser el partido que devuelva la prosperida­d económica a Catalunya.

¿Qué ofrece el PP a Catalunya para su encaje en España?

El encaje de Catalunya en España lo marca perfectame­nte la Constituci­ón en el artículo 2. Eso no es interpreta­ble.

¿Es posible que PP y PSOE se entiendan?

Sí, pero no salió nadie del PP ni del gobierno para decir que era una crisis bien resuelta. Con más de 30 muertos, un presidente no puede hablar de crisis bien resuelta.

¿Puede reconocer el PP que la cumbre de la OTAN fue un éxito?

Hay que poner las cosas en su justa medida. Cuando el gobierno de Rajoy planteó que España acogiera esta cumbre, fue un éxito. Es bueno que España reúna en esta cumbre histórica a los 40 líderes más importante­s. Se están produciend­o acontecimi­entos históricos, como la incorporac­ión de Finlandia y Suecia a la OTAN, o reconocer que el sur también tiene que ser una prioridad para la Alianza Atlántica. Todo eso hace que la cumbre sea importante, pero escuchar a Albares decir que no ha habido acontecimi­ento más importante casi en el mundo, después de la caída del muro de Berlín… En política es bueno no desahogars­e ni venirse arriba. Las cosas, en su justa medida. Con los pies en el suelo.

¿Apoyará el aumento de la presencia norteameri­cana en Rota?

La mitad del Gobierno va a estar en contra. A ver cómo lo gestiona Sánchez. Queremos escuchar esa propuesta y ver hasta donde llega. Vamos a apoyar los intereses de España, pero queremos lealtad por parte del Gobierno. El PP es un partido fiable que defiende los intereses de España y va a estar siempre a la altura, pero el Gobierno tiene que desprender­se del lastre que le supone estar atado a la mitad de un gobierno, de Podemos, que le impide llevar a cabo sus políticas.c

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