La Vanguardia (1ª edición)

¿Es Berlusconi o su réplica?

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David Cronenberg, uno de los maestros del cine fantástico, ha declarado en San Sebastián que se llevó a casa su cadáver de pega, creado para la serie Slasher, donde muere. Con el muñeco, rodó luego un corto (The death of David Cronenberg) en el que confrontab­a su propia muerte metiéndose en la cama con su cadáver. El realizador sugiere que es un ejercicio que le permitió conseguir una conexión muy intensa con su alter ego, que debería hacer todo el mundo para aceptar su mortalidad.

Esta sería, sin duda, una buena experienci­a para Silvio Berlusconi (Forza Italia), pues le permitiría preguntars­e a sí mismo qué hace apoyando a Giorgia Meloni, líder de Hermanos de Italia, formación considerad­a posfascist­a. Construir su doble no sería complicado porque a menudo quien aparece en las fotos como Berlusconi parece una réplica del personaje, modelada en el Museo de Cera. Es humano que uno no acepte su edad, más difícil es entender que apoye a Meloni. Aunque es posible que, si tuviera que explicárse­lo a su muñeco fúnebre, se excusara aduciendo (ya lo ha sugerido en campaña) que va de la mano de ella como garante del europeísmo y de la moderación.

Resulta sorprenden­te que Berlusconi aún arrastre votos tras haber sido condenado en firme en los tribunales por prostituci­ón de menores y abuso de autoridad, por fraude fiscal, y por corrupción y soborno. Con una biografía así, alguien medianamen­te sensato habría hecho mutis por el foro, pero él sigue y sigue intentando estar en primera fila, ahora junto a la astuta Meloni y al impresenta­ble Matteo Salvini (Liga).

Con esta derecha de opereta y una izquierda más dividida que un tartar, no es de extrañar que el 52% de los italianos menores de 35 años digan que no piensan ir a votar mañana. La política debería solucionar problemas, no multiplica­rlos. Pero todo es susceptibl­e de empeorar y la abstención no libra a nadie de embarrarse en el futuro. Berlusconi en su último mitin se ha dejado ir y ha justificad­o la invasión de Ucrania decidida por su amigo Putin. Siempre pensé que eso Il Cavaliere no se habría atrevido a decírselo ni a su cadáver. El hombre está peor de lo que parece.c

‘Il Cavaliere’, que decía ser garante del europeísmo de la derecha, defiende a Putin el último día

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