La Vanguardia (1ª edición)

Bruselas corrige el tiro con los fertilizan­tes rusos

La Comisión Europea entona con discreción el mea culpa y desbloquea las exportacio­nes de productos químicos procedente­s de Rusia a los países del sur, un error explotado a fondo por Putin

- Beatri Navarro Agencians Llggcnelin­ai

La batalla de narrativas entre Occidente y Rusia sobre la guerra de Ucrania ha llegado esta semana hasta las Naciones Unidas. Los líderes europeos han utilizado su Asamblea General para tratar de desmontar la “maraña de mentiras”, en palabras del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, de las que Vladímir Putin echa mano para culpar a la Unión de la crisis energética y alimentari­a que está sacudiendo el mundo.

Pero no todo, sin embargo, son realmente mentiras, como Bruselas ha admitido de tapadillo respecto a las exportacio­nes de fertilizan­tes de Rusia a países terceros de África y América Latina, uno de los elementos más recurrente­s de la retórica del Kremlin para culpar a las sanciones de Occidente de los problemas de seguridad alimentari­a global, sobre todo después de que este verano un acuerdo permitiera salir millones de toneladas de trigo de Ucrania.

El presidente ruso no fue a la ONU, pero en los días previos a la cita culpó a la UE de la crisis alimentari­a global y la tachó de cínica por bloquear 300.000 toneladas de fertilizan­tes dirigidos al Caribe, África e India mientras levanta las restriccio­nes para su propio mercado. Rusia está dispuesta a entregarla­s gratis si Europa las deja salir, dijo Putin, una noticia que tuvo amplio eco en el continente africano, por ejemplo.

En su discurso de inauguraci­ón de la Asamblea General, su secretario general, António Guterres, no señaló a nadie, pero se hizo eco de estas preocupaci­ones y reclamó el levantamie­nto “de todos los obstáculos que quedan para la exportació­n de fertilizan­tes rusos y sus componente­s, incluido el amoniaco”. “Sin fertilizan­tes en el 2022, no habrá suficiente comida en el 2023”, avisó Guterres.

La Comisión Europea aprovechó el consejo extraordin­ario de ministros de Asuntos Exteriores celebrado esa noche en Nueva York para presentarl­es unas nuevas directrice­s sobre la aplicación de las sanciones. El nuevo texto explicita que los fertilizan­tes, el carbón y otros productos procedente­s de Rusia, aunque no pueden importarse a la Unión Europea, sí pueden atravesar territorio comunitari­o para llegar al resto del mundo. También afirma que las compañías asegurador­as y los bancos pueden trabajar con los operadores de transporte en la exportació­n de estas mercancías.

A pesar de que los líderes europeos han reiterado que sus seis rondas de sanciones contra Rusia no están dirigidas contra los productos agrícolas ni los fertilizan­tes de este país, tal y como dejaron claro en abril y julio, en la práctica no ha sido así y no solo por el exceso de celo de algunas empresas a la hora de hacer negocios con Moscú en el actual contexto. Las dos directrice­s aprobadas por la Comisión en agosto sobre la aplicación de las sanciones fue interpreta­da unánimemen­te por los operadores internacio­nales como un veto a la exportació­n al prohibir a las asegurador­as y las empresas de servicios financiero­s y de transporte europeas participar en estas actividade­s.

Las reacciones de los gobiernos ante el discreto mea culpa de Bruselas oscilaron entre la estupefacc­ión y el enfado, afirman fuentes diplomátic­as. “Lo paradójico es que lo que dice ahora es lo que decían las decisiones originales”, subrayan estas fuentes, perplejas por el error de la Comisión Europea. “Es evidente que las sanciones son un asunto muy complejo de gestionar y hay que vigilar todas sus consecuenc­ias”.

“Hay una solución muy sencilla para solucionar la crisis alimentari­a que se avecina: que Rusia pare la guerra, se retire del territorio

Las directrice­s publicadas por Bruselas en agosto se interpreta­ron como un veto a las exportacio­nes

ucraniano y levante el bloqueo de los puertos”, dijo el viernes el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que acusó a Putin de librar una guerra híbrida que mezcla “la violencia de las armas con el veneno de las mentiras”. Corregido el enredo de los fertilizan­tes, la diplomacia europea vuelve relativame­nte satisfecha de la última batalla por el relato de la guerra de Ucrania, aunque más bien por motivos externos. “Está habiendo un sutil pero marcado giro en la actitud de los aliados de Putin”, señalan un alto funcionari­o europeo en alusión a las últimas declaracio­nes de los líderes de India y Turquía y a la admisión de que hay preocupaci­ón en China. “Algunos están empezando a ver que la guerra dura ya demasiado y tiene consecuenc­ias no solo para Ucrania. Pero no es como para relajarnos y felicitarn­os, queda mucho trabajo por hacer en esta guerra diplomátic­a”.c

 ?? Adaamberg / Getty ?? Cargamento­s de fosfatos en la factoría de Phos-Agro en Cherepovet­s, en Vologdna
Adaamberg / Getty Cargamento­s de fosfatos en la factoría de Phos-Agro en Cherepovet­s, en Vologdna

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