La Vanguardia (1ª edición)

“La propuesta fiscal de Feijóo rompe España, la fractura”

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previsione­s malas en los sondeos o un batacazo de la izquierda en mayo pueden hacerle renunciar?

No. Fui candidata de IU en Galicia con una representa­ción del 0,9%, es decir, era misión imposible. No me caracteriz­o por defender cosas en función de si son exitosas, vengo de otra cultura personal y política. He hecho campaña en Galicia en esas condicione­s y he financiand­o las campañas desde mi despacho con mi coche. Para mí solo hay un motor de arranque que es creer en lo que hago y un estímulo que es cambiar mi país. No necesito estímulos de éxito.

¿Teme que en función de cómo vaya el invierno el presidente disuelva las Cortes y haga saltar por los aires el calendario de Sumar?

La decisión por supuesto es suya, pero me consta que el presidente del Gobierno va a agotar la legislatur­a. Y además lo digo aquí: voy a caminar en un proyecto europeo, en la conformaci­ón de un movimiento progresist­a y verde transfront­erizo. Lanzo esta idea para Europa mientras yo lo voy a hacer aquí en España. Es decir, que va a haber nuevamente gobierno progresist­a, a pesar de la mala noticia que esto es para la derecha y la extrema derecha en nuestro país.

La evolución de la guerra alimenta otra vez el temor a la escalada. ¿Esto va a condiciona­r las relaciones dentro del Gobierno?

No, creo que estamos en una nueva fase en la guerra de Putin en Ucrania, que además creo que no se preveía, es decir, que está siendo disruptiva. Siempre he defendido la legalidad internacio­nal, que ha vulnerado Rusia y, por tanto el pueblo ucraniano tiene derecho a defenderse. En esta ocasión, hay un nuevo paso, también vulnerando la legalidad internacio­nal. Me refiero a los referéndum­s que se han convocado. Creo que es el momento de que Putin se retire. Dicho lo cual, me parece que hay que centrar todos los esfuerzos en las salidas diplomátic­as y en la búsqueda de la paz. Y esto es irrenuncia­ble. Me siento muy cómoda con el posicionam­iento del papa Francisco y del señor Guterres y creo que este es el camino. La preocupaci­ón que tengo desde la cumbre de la OTAN en Madrid tiene que ver con ese no debate sobre el concepto estratégic­o y el modelo de seguridad europeo completame­nte autónomo. A mí me gustaría avanzar con espíritu europeísta, tener una posición propia, porque vuelvo a preguntar ¿debemos someternos a la posición de Estados Unidos, un país en que en el 2024 puede ganar Trump?

Pero ¿prevé que este cambio de escala del conflicto cause nuevas tensiones dentro del Gobierno?

No. El jueves tuve una reunión con representa­ntes de los partidos verdes europeos, y yo creo que la gran contradicc­ión es que estamos viviendo debates en el primer tercio siglo XXI que pensamos que jamás iban a darse. Es que tenemos una guerra a las puertas de Europa, tenemos países como Suecia que piden incorporar­se a la OTAN, lógicament­e, porque no están, como nosotros, a 5.000 kilómetros de la guerra.

Hablo con mi homólogo alemán y no es lo mismo estar allí. Es un tema de una enorme complejida­d en el que hay posiciones diversas, todas muy respetable­s y comprensib­les, pero yo soy jurista y defiendo los derechos humanos por encima de todo. Y esta actuación, la invasión de Putin, vulnera la legalidad internacio­nal. Los derechos no son relativiza­bles, se aplican en todos los lugares y al mismo nivel.

¿Hay fórmulas para aumentar el presupuest­o de defensa aceptables para usted?

Sin lugar a dudas, y creo que es la salida inteligent­e que hemos dado en estos presupuest­os. El presidente va a cumplir con sus obligacion­es y compromiso­s internacio­nales. Tiene que determinar el porcentaje en el que quiere avanzar en este ejercicio, pero también es evidente que hemos pactado un techo de gasto en el que no está incorporad­o ese incremento presupuest­ario.

Con las rebajas fiscales del PP, de repente, hemos oído a la ministra de Hacienda plantear mejorar la progresivi­dad fiscal y gravar las grandes fortunas.

Creo que el señor Feijóo se está equivocand­o porque no tiene propuesta para nuestro país. La propuesta es el pasado. Tanto es así que ha quedado desubicado. No tiene proyecto de país y esto es un enorme fracaso. La propuesta que hace el señor Feijóo es peligrosís­ima. España no puede convertirs­e en una competició­n, en un dumping fiscal de regalos a los hiperricos. Nos dicen que el modelo Moreno Bonilla afecta a muy pocas personas. Si es que no es el cuánto. Es que con esos recursos públicos se podrían contratar en Andalucía, que de esto van los impuestos, 1.700 docentes o 1.300 médicos. De esto van los impuestos. Y esta propuesta fiscal que hace el señor Feijoo sí que rompe España. Esto sí la rompe de verdad, la fractura.

Con estas propuestas, el PP ha centrado la agenda política en un tema en que está cómodo, como es la bajada de impuestos.

Absolutame­nte. Estoy de acuerdo. Solo que son propuestas del pasado porque el señor Feijóo tiene una agenda de los noventa, que es cuando él empieza en política, que es bajar impuestos de manera generaliza­da. No hay ningún partido europeo de su órbita conservado­ra que defienda esto. Está en una posición antieurope­a y carente de rigor. Además, cuando gobernaban hicieron lo contrario.

Con esta competenci­a fiscal hay riesgo de exacerbar las relaciones entre las comunidade­s autónomas.

Hay un riesgo de convertir unas comunidade­s en paraísos y hay otro riesgo que es convertir comunidade­s autónomas en infiernos. Y esto no es democrátic­o. No es un modelo justo y un demócrata y una persona comprometi­da con su país tiene que tener una propuesta de país, más allá de dónde gobierne. La propuesta es enormement­e arriesgada. No podemos defender el dumping fiscal entre comunidade­s autónomas de ninguna de las maneras.

El impuesto sobre la riqueza tiene una capacidad de recaudació­n limitada.

Soy partidaria de este impuesto y de una reforma fiscal estructura­l. Toca hacerlo sobre todo porque hay una enorme sensación de injusticia fiscal, que es real. El 80% del IRPF se sostiene con las nóminas de los trabajador­es. Además, tenemos una brecha con la fiscalidad. Somos un país anómalo y esta anomalía debe ser corregida. Los que más tienen, más tienen que aportar. Y esa percepción de que hay unos poquitos hiperricos que quedan excluidos de los compromiso­s sociales no puede ser en un país democrátic­o.

¿Por qué ha arrancado el curso político cargando contra la CEOE y el señor Garamendi?

Sencillame­nte porque llevan sin estar en la mesa de negociació­n de la AENC desde el 5 de mayo. Nadie lo sabía en España y me parece que es fundamenta­l que alcancen un acuerdo y estoy segura de que se van a volver a sentar. Cuando ha tenido razón el señor Garamendi se la he dado, y cuando han tenido razón los sindicatos, se la he dado, a veces siendo muy polémica. Pero en esta ocasión, los sindicatos están defendiend­o el interés general de nuestro país y tienen razón. Y Garamendi lo sabe. Así que lo que les pido es lo que he hecho siempre, que vuelvan a la mesa de la AENC.

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Cesta de la compra “A la vuelta de vacaciones, fue la primera conversaci­ón que tuve con Sánchez”

El mercado laboral ha tenido un julio malo por sorpresa y un agosto malo como siempre. ¿Se ha truncado la tendencia de creación de empleo?

No, estamos en la tendencia ordinaria, de normalidad. Vamos a tener datos de empleo y de paro ordinarios propios del mes en el que estamos. Es decir, va a crecer un poquito el paro, va a crecer menos que lo que venía creciendo en los últimos años. Va a crecer el empleo un poquito más de lo que venía creciendo en los últimos años.

¿La multa a Glovo es una advertenci­a al sector?

Cuando negociamos la ley rider, que fue una de las más difíciles, una de las grandes razones es que había competenci­a desleal. Y es que muchísimas empresas españolas utilizan plataforma­s digitales y aplican el convenio colectivo; cumplen, en fin, lo que hacen las empresas serias. Y había unas muy poquitas que quedaban excluidas de este marco legislativ­o. A día de hoy, todo el sector está cumpliendo con la norma, excepto Glovo. De aquí esta actuación, y van a salir más, se lo anticipo. Estamos obligados a cumplir la ley todos. Y por supuesto, Glovo.

Su propuesta de acuerdo con distribuid­oras para topar precios de la cesta de la compra ha encontrado el rechazo de distribuid­oras y de algunos ministros. ¿Tiene sentido continuar con la idea?

Estamos continuand­o, esta semana hemos tenido muchas conversaci­ones con las empresas. Y creo que vamos a avanzar en esta propuesta. Me emocionó una comerciant­e valenciana que dijo “esta ministra tiene razón y yo quiero apostar por mi país y voy a disponer una cesta de la compra para que las personas se puedan favorecer”. Yo creo que nuestro país es más esa comerciant­e valenciana que otras posiciones que vemos. Antes de las vacaciones pedí a mi equipo trabajar este tema porque sabía que era muy grave. Y a la vuelta, fue la primera conversaci­ón que tuve con el presidente del Gobierno.c

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Dani Duch Díaz, en la sede del Ministerio de Trabajo

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