La Vanguardia (1ª edición)

ENTREVISTa

- Anna Buj

Ya hace casi un año que Roberto Gualtieri (Roma, 1966) ejerce como alcalde de Roma. Después de una década como parlamenta­rio europeo y ministro de Economía de Italia, el socialdemó­crata aceptó el reto de gobernar una ciudad de casi tres millones de habitantes y tratar de solventar la profunda decadencia que arrastra por problemas en la recogida de basura, la falta de mantenimie­nto de las calles o las limitacion­es del transporte público. Roma es la ciudad invitada de este año a la Mercè, pero la campaña electoral italiana le ha impedido viajar a Barcelona.

¿Le disgusta no estar en Barcelona por las fiestas de la Mercè?

Sí, me disgusta. Roma es la primera ciudad italiana en ser invitada como invitada de honor, un privilegio. La coincidenc­ia con nuestras elecciones nacionales me impide estar allí, me hubiese gustado mucho. En mi lugar vendrá Miguel Gotor, concejal de Cultura: su participac­ión servirá para consolidar nuestros vínculos.

La comunidad italiana es la más numerosa entre los extranjero­s en Barcelona. ¿Le sorprende?

No, Barcelona es extraordin­ariamente atractiva, con su mezcla de historia, modernidad, laboriosid­ad, belleza, y es un laboratori­o de innovación social y ambiental. Vivir allí es sentirse en el centro de Europa y del Mediterrán­eo.

¿Conoce mucho nuestra ciudad? ¿Ha venido a menudo?

La conozco, la he visitado con gusto muchas veces. En estas décadas de transforma­ción me ha impactado su capacidad de reconquist­ar el mar. Un resultado que nos inspira para Ostia, nuestro mar.

Tiene una buena relación con la alcaldesa Ada Colau.

¿Hay alguna política suya inspirada por Barcelona?

La idea de la ciudad de los 15 minutos, en el centro de nuestras políticas, se está convirtien­do en una realidad concreta en Barcelona, en París y en otras metrópolis. Para nosotros significa mejorar la accesibili­dad y realizar servicios de proximidad en todos los barrios, lugares de participac­ión, de cuidados, de cultura difusos.

Colau vino a ayudarle en su campaña electoral en Roma. ¿Le gustaría ir también usted en la próxima primavera o apoyará a los socialista­s?

Aprecié mucho el gesto de Ada, no lo olvidaré. Con ella tengo una relación especial. Lo que puedo decir es que espero que también en los próximos años Barcelona sea guiada por una coalición progresist­a.

Un problema que comparten Roma y Barcelona es el turismo masivo que expulsa a los habitantes del centro histórico. ¿Cómo gestiona Roma los problemas derivados del turismo?

Es fundamenta­l invertir la tendencia a la despoblaci­ón del centro y que no se convierta en un parque temático. Se necesita regular mejor y limitar los alquileres breves, a partir de la lucha contra los abusivos, y al mismo tiempo trabajar para devolver los residentes al centro. Sobre el turismo, apostamos por la calidad y por un uso de las redes que supere el monopolio de las grandes plataforma­s. Mientras, Roma se ha redescubie­rto como una meta de grandes acontecimi­entos, con el deporte, las grandes firmas de moda, la música. Y ha vivido un verano de actos culturales finalmente distribuid­os por toda la ciudad.

¿Qué sucede en Roma? ¿Cómo puede una gran capital europea estar tan sucia? Usted había prometido solucionar este problema, pero después de un año de ser elegido todavía hay mucho trabajo que hacer. Hasta hace diez años Roma tiraba toda la basura en el vertedero de Malagrotta, el más grande de Europa. Por desgracia, desde que fue cerrado no se ha hecho ningún otro tipo de instalació­n y gastamos cada año cientos de millones para mandar nuestra basura a otra parte. Se ha generado un sistema que contamina, derrocha recursos y hace que la ciudad sea más difícil de limpiar. Ahora todo esto cambiará: hemos presentado un ambicioso plan de basuras con el que realizarem­os instalacio­nes de eliminació­n con las tecnología­s más avanzadas para reducir las emisiones y la recuperaci­ón energética. Y que hará que finalmente Roma sea autosufici­ente.

Antes era ministro de Economía. ¿Se ha arrepentid­o alguna vez de haber aceptado la candidatur­a a alcalde?

No, es un compromiso que hace templar las venas del pulso, pero

Estaremos preparados. Hemos trabajado con el Gobierno en un plan eficaz y ambicioso. Recalifica­remos muchas áreas, reforzarem­os la movilidad, potenciare­mos la asistencia social.

Roma quiere ser candidata a organizar la Expo 2030. la competenci­a es grande, con Riad, Busan u Odessa. ¿Por qué piensa que pueden ganar?

Porque es una ciudad multicultu­ral y multiconfe­sional que representa una puerta no solo hacia Europa sino también hacia el Mediterrán­eo. Hemos presentado un plan extraordin­ario muy ambicioso que tiene el objetivo no de construir un parque de atraccione­s centellean­te, sino de crear colaboraci­ones permanente­s y virtuosas que permanezca­n y generen frutos también después de la Expo. Además, nos parece natural que, tras Dubái y Japón en el 2025, para ser fiel a su carácter universal, la Expo no vuelva a las mismas zonas sino que regrese a Europa.c

Sobre Barcelona “En estas décadas de transforma­ción me ha impactado la capacidad de reconquist­ar el mar”

 ?? NurPhoto / Gett ?? Gualtieri, gran admirador de Barcelona, en una imagen de archivo
NurPhoto / Gett Gualtieri, gran admirador de Barcelona, en una imagen de archivo

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain